
Cuando tenía cinco años fue atacado por un grupo de templarios capitaneados por Charles Lee, que buscaban el templo de los precursores. Ratonhnhaké:ton perdió la consciencia, tan solo para ver su aldea arder cuando la recuperó. Su madre murió y un deseo de venganza creció en su interior durante años. Cuando cumplió los quince recibió un mensaje de Juno, miembro de la primera civilización, la cual le indicó que su destino era enfrentarse a los templarios como Charles Lee convirtiéndose en un Asesino. Para ello debía partir en busca de Achilles Davenport, único superviviente de la cacería a la que fueron sometidos los Asesinos coloniales de mano de los templarios, y recibir entrenamiento. Si bien al principio Achilles se mostró reticente al respecto, al ver las habilidades latentes del joven Ratonhnhaké:ton decidió entrenarlo, confiando en que era la única esperanza para su orden, además de darle un nombre que le permitiera camuflar mejor sus orígenes: Connor.


Durante años acabó con la vida de varios templarios (Thomas Hickey, William Johnson, Benjamin Church…) hasta llegar de nuevo a su padre, el cual a diferencia de sus camaradas templarios sus últimas palabras no fueron pidiendo perdón o razonando su punto de vista, sino de afecto hacia su hijo. Finalmente y tras una larga persecución dio caza a Charles Lee, arrebatándole su colgante y escondiéndolo por orden de Juno para que años más tarde fuera encontrado por Desmond Miles. Poco más se sabe de su vida después de eso o su descendencia, salvo que siguió expandiendo la orden de los Asesinos en ese nuevo país recién nacido: los Estados Unidos.
Como todos los miembros de su familia sus habilidades físicas son muy notorias, además de manejar muchas armas como el arco, el tomahawk o las hojas ocultas. Su educación como mohawk, ayudada del sentido del águila de su familia, le convierte en un gran cazador. Además fue capitán del navío de guerra Aquila, con el cual navegó por los mares del Caribe enfrentándose al control templario en apasionantes batallas navales. Como curiosidad, su existencia rompe algunas tradiciones de su familia, como su nombre, que a diferencia de Aquilus, Altaïr o Ezio no significa “águila”, si no “el que arañó a la vida” y “el amante de los lobos” como Connor. Tampoco tiene la característica cicatriz del labio.




