viernes, abril 19, 2024

‘La República Pneumática’ de J. Valor Montero

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Panini

Ucronía, picaresca, crítica social, centuriones y dirigibles… en Barcelona.

Esto es lo que nos presenta ‘La República Pneumática’, la primera novela del escritor barcelonés J. Valor Montero. El arquitecto y escritor también ha trabajado en el mundo del transmedia con la colección Ømni cuya primera historia, titulada ‘Barcelona Roman Steampunk’ tiene ciertos vínculos con la historia narrada en ‘La República Pneumática’.

La República Pneumática de J. Valor Montero

Hace unos meses reseñábamos otra ucronía (‘El ciclo de Xuya’ de Aliette de Bodard), explorando el potencial especulativo de la historia alternativa. En esta ocasión, tenemos que remontarnos todavía más atrás en la historia, en un Imperio Romano alternativo y más avanzado tecnológicamente que fascinará a los interesados en la historia clásica, pero también a los que disfrutan de una dosis decente de ciencia en su ciencia ficción. La ambientación romana de la novela está cuidada al detalle y aquellos que no conozcan la cultura clásica podrán seguir sus costumbres gracias a la sección ‘GLOSSARIVM ET DRAMATIS PERSONAE’, de 52 nada desdeñables páginas, que se puede utilizar como guía y que ayuda a aligerar la necesidad de cortar el ritmo de la historia con explicaciones constantes acerca del mundo en el que se desarrolla. Desde los títulos de los capítulos a las menciones históricas, se puede apreciar el cariño con el que J. Valor ha construido el escenario en el que se desarrolla la novela.

El libro empieza en el año 246 d.C, cuando el joven Marcus Novus tiene que huir hacia Barcinomagna para salvar a su padre encarcelado injustamente. Solo lleva un colgante con tres serpientes, un cuaderno en el que plasma las cosas que ve cuando sueña y un pequeño autómata de juguete llamado Hoc. Allí se encontrará con una ciudad peligrosa y contaminada, con una retorcida trama política y con unas enseñanzas (la via virtutis) que se utilizan de modo diferente según las intenciones del practicante. Marcus tendrá que moverse en un mundo complejo, lleno de xenofobia y ludismo, patriotismo y heroicidad, para sobrevivir y liberar a su padre.

‘La República Pneumática’ tiene algunos elementos propios de la novela juvenil, como el protagonista marginado que se refugia en su imaginación para sobrevivir. La historia se basa sobre todo en la maduración de Marcus, cuya voz resulta ingenua pero no del todo increíble, y se desarrolla con una trama propia de la picaresca (narración en primera persona acerca de su servicio a varios amos), que recordará a las andanzas (tópicas pero entretenidas) de populares personajes de la fantasía épica de joven edad (como Kvothe, Arya o Cirilla). Sin embargo, bajo lo personal se desarrolla una historia de corte político que, a pesar del rápido ritmo, propio de una novela de aventuras, deja espacio a la reflexión ética.

Como ya he mencionado antes, ‘La República Pneumática’ saca el potencial de la parte científica de la ciencia ficción. La máquina pneumática no es una excusa para tener dirigibles sobrevolando Barcinomagna, es también una avance científico que se estudia en las escuelas, que se busca perfeccionar y que afecta a la vida diaria de los habitantes de la ciudad. Aquí es donde, a mi parecer, la novela brilla especialmente: cuando explora las consecuencias sociopolíticas de la máquina pneumática. En la novela se analizan temas de gran relevancia actual, como la necesidad de combustible y la exploración de opciones más sostenibles que el carbón que se necesitan para mantener la carrera tecnológica o como las diferencias entre clases (los ricos en Barcinomagna viven en la parte alta de la ciudad, alejados del humo, mientras los trabajadores humildes enferman). Esta división se hace especialmente clara al mencionar una lucha obrera adelantada a su tiempo y encarnada en los luditas, un aspecto de la historia que raramente encontramos en literatura juvenil. También la inmigración de Ch’in es crucial para la historia, con sus consecuencias económicas y políticas, incluyendo la presencia de grupos xenófobos como los llamados “Verdaderos Romanos” (cualquier parecido con la realidad, me temo, es deliberado). Con todo, en el trasfondo social de la novela hay un aspecto mejorable: la caracterización de los personajes marginales, en especial el personaje de Jiàn, una anciana de Ch’in que acoge a Marcus y lo toma como aprendiz. Jiàn acaba siendo otro ejemplo del tópico del “asiático mágico”, el anciano estricto pero justo, a lo Pai-Mei o Sr. Miyagi, que muestra el conocimiento verdadero a través de un entrenamiento duro al aprendiz joven y blanco, en este caso encarnado por Marcus. Si bien los tópicos nos hacen disfrutar de la lectura, es un poco triste que se den en una novela que nos da pocas oportunidades de conocer directamente la voz de “el otro”.

Si bien la novela acaba de una forma satisfactoria y no especialmente abrupta, también lo hace con un final abierto que da pie a imaginar qué derroteros tomará la segunda parte. Al fin y al cabo, aunque eso solo se conozca al abrir el libro, el título completo de la novela es ‘La República Pneumática: I. Baile de serpientes’. No es la primera vez que algo así sucede recientemente en Fantascy (otro ejemplo es ‘El libro de Ivo’ de Juan A. Cuadra). Si bien es cierto que hay una mayor reticencia a empezar series (la fantasía nos ha escaldado a muchos con sus interminables sagas de calidad variable), poner este tipo de información en la portada y no en el interior es un ejemplo de respeto hacia el lector (que acaba siendo otra manera de conseguir lectores fieles a un sello editorial).

Fantascy ha publicado ‘La República Pneumática’ de J. Valor Montero en edición rústica con solapas. La novela tiene 464 páginas y cuesta 17,90 €.

Si las ucronías te atraen más allá de los corsés y los manierismos victorianos, si te interesa la ciudad de Barcelona romana pero no romantizada (muy cercana a la Barcelona real, que reparte a sus gentes según su riqueza y la distancia a la que se encuentren del mar) y si te gustan las historias de maduración con un punto de picaresca, ‘La República Pneumática’ es una novela muy recomendable para lectores de todas las edades, pero de corazón joven.

[note]¿Y si la antigua Roma hubiera desarrollado la máquina de vapor de Heron de Alexandria? ¿Y si los trenes hubieran unido el mundo ya en el siglo III d.C.? ¿Y si la República romana estuviera al borde de la guerra con el Imperio chino? ¿Y si, en medio de todo ello, un joven con un autómata como escudero se hubiese visto envuelto en la aventura de su vida, enfrentado a sectas luditas y xenófobas, a los poderes del Cónsul y del Pontifex, a un amor imposible y al avance, en fin, del progreso a cualquier precio?

Ya no hace falta imaginarlo: La República Pneumática es esos «y si…» y muchos más. Una original mezcla de ucronía y steampunk, de imaginación documentada y de novela de iniciación para todas las edades, la opera prima de J. Valor Montero hará las delicias de los aficionados a la antigua Roma, pero también de los fans de Patrick Rothfuss, Philip Pullman y Félix J. Palma, autores, entre otros muchos, a los que homenajea con desparpajo.

Atrévete a entrar en el mundo de Marcus Novus, la Via virtutis y los poderes de Jiàn. Atrévete a entender el Baile de Serpientes. Atrévete a soñar con una Barcelona romana como nunca la ha contado nadie.

Alea iacta est. Es la hora de La República Pneumática.[/note]

[review]

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