
A su vez, también contemplamos la presencia de cierta corrupción en el seno de la Agencia. Básicamente, hay material de esta organización que acaba, inexplicablemente, en las manos equivocadas de forma sistemática. Además de conocer este singular hecho, también se nos revelan las razones y el mecanismo o sistema que se utiliza para llevar a cabo todo este trasvase de material, pese a que todavía quedan algunas preguntas por resolver en este aspecto. Y, ciertamente, poco más dio de sí el anterior tomo más allá de allanar el terreno para la traición o abandono de la Agencia por parte de Zero, el protagonista de toda esta historia.

Respecto al primer apartado, la corrupción en el seno de la Agencia, podríamos estipular que se trata del hilo central o el que posee más importancia en esta segunda entrega. En concreto, el segundo arco argumental de la cabecera nos muestra ya definitivamente cómo abandona Zero la agencia y algo de su vida posterior tras dejar el trabajo para el que le prepararon durante tantos años. Además, los altos rangos de la Agencia, Zizek y Cooke, tendrán un amplio protagonismo, tanto en lo relativo a las oscuras prácticas o corrupción como en la alteración laboral del protagonista.

Uno de los elementos que considero más positivos de este volumen es la “vida civil” de Zero o la vida una vez fuera de la ocupación para la que fue entrenado toda su vida, la del espionaje u operaciones de campo. Más en detalle, es notablemente curioso ver cómo se adapta el protagonista a su nueva vida diaria infinitamente más corriente o habitual que la de antes: mantiene una rutina fija, tiene un trabajo convencional, realiza actividades propias de otros hombres de su edad…

Del terreno gráfico hay poco que comentar debido a las similitudes en estructura con respecto a la primera entrega: un dibujante diferente para cada capítulo. Personalmente, pese a que la idea case bien con la narrativa y temática experimental o atípica de Kot, lo considero el gran elemento negativo (o no tan positivo, mejor dicho) de la cabecera puesto que las continuas alteraciones dificultan la correcta identificación de los personajes y resulta algo molesta y caótica tanta diversidad gráfica. Más allá de esto, no hay ningún dibujante que destaque para bien o para mal al llevar a cabo todos un buen trabajo.
En cuanto a la edición, ECC Ediciones recopila los números del 6 al 10 de la cabecera en un tomo de 160 páginas en formato rústica por 14,95€. En suma, estamos ante una obra bastante atípica que resulta todo un soplo de aire fresco al panorama actual. Por tanto, si buscáis algo innovador y sorprendente es una buena opción.
Ales Kot
Este checo nacido en 1986, se inició en los cómics de bien pequeño. Tanto es así que, decidido a vivir de su gran afición, se trasladó a Los Ángeles. Sus esfuerzos dieron sus frutos en 2011, cuando conoció al editor de Image Eric Stephenson, quien le ofreció sus primeros trabajos para dicha editorial: ‘Children’ y ‘Change’. Con posterioridad, siguió realizando encargos y trabajando para múltiples editoriales, entre las que se incluyen DC y Marvel. Algunos de sus trabajos más conocidos son ‘Zero’, ‘Escuadrón Suicida’ y ‘Vengadores Secretos’.
[note]
Tras el impactante desenlace de Zero vol. 1: Una emergencia, se abren numerosos interrogantes sobre el futuro del superespía Edward Zero. Preguntas que el talentoso guionista Ales Kot y compañía comenzarán a responder en una nueva entrega de la serie más sorprendente del momento.
Desde que comenzó a publicarse en 2013, esta colección ha servido para presentar ante los lectores a Edward Zero, superespía definitivo llamado a convertirse en “el James Bond del S. XXI”. Pero también para confirmar a Ales Kot como uno de los guionistas más prometedores del cómic americano, que en este proyecto se rodea de un variado elenco de dibujantes idóneo para reflejar la naturaleza poliédrica del relato.[/note]



