Analizamos el tomo de Starlight – El regreso de Duke McQueen de Mark Millar y Goran Parlov, publicado por Panini Comics
‘Starlight – El regreso de Duke McQueen’ es el más reciente cómic publicado en nuestro país escrito por el señor Mark Millar, de nuevo bajo el sello Millarworld, algo que para muchos ya es sinónimo de calidad. Estamos, otra vez más, ante un tomo que contiene una miniserie de media docena de números con una historia autoconclusiva en la que el guionista escocés se vale de sus trucos de siempre para traernos algo que, con un poco de suerte, acabaremos viendo en una pantalla de cine dentro de unos años.
¿Pero quién es Duke McQueen? Pues podríamos describirle como un trasunto de Flash Gordon que tras toda una juventud de aventuras en el espacio exterior deshaciendo entuertos con una espada en la mano derecha y una damisela alienígena en la izquierda acabó volviendo a la Tierra y se hizo viejo.
Debido a uno de esos sucesos altamente improbables este terráqueo acabó llegando al planeta Typhon y lo liberó de la tiranía de un malvado dictador convirtiéndose así en un héroe galáctico adorado y reverenciado por millones de seres, todo ello en un ambiente de la ciencia ficción colorida de la primera mitad del siglo XX.
Pero tras regresar a la dura realidad de su planeta natal descubrió que esa fama pasaba a formar parte del pasado, ya que en la Tierra fue tomado por un loco que alucinaba con hombrecillos verdes y tenía delirios de grandeza. Tan solo su esposa, una belleza por la que suspiraba incluso estando a millones de años luz de distancia, creyó sus alocadas historias. Para el resto del mundo, incluidos sus hijos, Duke no era más que un chiste.
Ahora, tras la desgraciada muerte de su mujer, a Duke no le queda nada más que las burlas de los mocosos, la indiferencia de sus hijos y una vejez solitaria. O eso pensaba él, hasta el momento en el que aterrizó un cohete similar al que pilotaba en Typhon en su jardín trasero.
Un joven viajero estelar ha venido de muy lejos para conocer al legendario Duke McQueen y llevarlo de vuelta a Typhon para liberar a su pueblo que, tras una época dorada de paz, se ha visto sumido de nuevo en la esclavitud a manos de una fuerza extranjera.
Tras una negativa tajante inicial, Duke se da cuenta de lo poco que tiene que perder y se embarca con el joven en un viaje estelar en busca de nuevas aventuras que le hagan sentirse vivo una vez más. Tras esta impactante propuesta nos aguarda una aventura que parece sacada de una antigua novela de piratas espaciales. Si bien es cierto que a partir de aquí la historia nos reserva pocas sorpresas (aunque alguna hay), tiene suficientes puntos fuertes como para convertir a este tomo en una más que recomendable compra.
Lo primero a destacar en ‘Starlight – El regreso de Duke McQueen’ es el tono crepuscular que en ciertas etapas Millar imprime a la obra, destacando los momentos más cotidianos de la vida de Duke cargados de melancolía, como sus ocasionales salidas al jardín para fumar un cigarrillo a la luz de las estrellas.
Resulta paradójico que en una historia llena de seres de razas alienígenas, cohetes espaciales y malvados villanos, uno de los puntos más logrados sea precisamente algo radicalmente alejado de todo eso. Millar consigue transmitir al lector un sentimiento de empatía por Duke, cuya vida actual se nos presenta de una forma narrativamente sobresaliente, poniéndola constantemente en contraste con su explosiva juventud.
Quizás sea precisamente esa confrontación entre la gloria pasada y el desprecio al que se ve sometido ahora, incluso por parte de la familia que le queda, lo que nos hace situarnos rápidamente en el equipo de McQueen y viajar junto a él hacia otro mundo. Por cierto, ¿será Duke McQueen un nombre que hace referencia a Steve McQueen y a John Wayne, más conocido como The Duke?
Y es que Duke no solo es el protagonista de la historia, sino que además es básicamente el único personaje que se desarrolla en toda la historia. El precio que pagamos por tener un personaje tan genial es que el resto son totalmente planos y estereotipados, pero sirven aún así con eficacia al propósito de conducir la trama a ritmo frenético hacia un final marcado desde el primer momento y sin desviaciones, atajos ni cambios de sentido.
Quizás podamos ver en la aventura de Duke en Typhon para liberar a su pueblo un cierto mensaje social contra el orden establecido y la minoría que acumula la riqueza y el poder, algo que no resulta ni mucho menos original pero que alegra de cierta forma la trama.
Por otra parte, resulta ligeramente decepcionante el hecho de que la edad del protagonista (han pasado 40 años desde sus primeras aventuras) que a priori se antoja como algo que va a dar mucho juego en su periplo por tan lejanas tierras al final se ignora completamente, con la excepción de cierto momento en el que nuestro héroe pierde el aliento momentáneamente tras una larga carrera.
Pero el aspecto más destacable de este tomo es, sin lugar a dudas, el dibujo. En principio el croata Goran Parlov no parecía la mejor elección posible para una aventura de este tipo, pero esos prejuicios se vienen abajo tras echar un ojo a las primeras páginas del cómic.
Con un estilo muy poco sobrecargado o detallado que puede recordar en ciertos aspectos al trabajo de Fiona Staples en ‘Saga’, Parlov crea un ambiente que engancha rápidamente al lector. Sus diseños son excepcionales y su narración visual le sienta como un guante al vertiginoso ritmo con el que Millar dota a esta obra.
Pero el mérito de que el aspecto de ‘Starlight – El regreso de Duke McQueen’ sea tan maravilloso no es solo de Parlov, ya que su compatriota Ive Svorcina hace un trabajo fantástico en lo referente al color, muy alejado del estilo que mostró en el trabajo que hizo junto al gran Esad Ribic en su etapa en la serie regular de Thor con los guiones de Jason Aaron para Marvel Comics.
El tomo de lujo ‘Starlight – El regreso de Duke McQueen’ publicado por Panini Comics en tapa dura contiene 168 páginas a color e incluye los números del #1 al #6 de la edición americana de la serie ‘Starlight‘. Se incluyen también las portadas originales de los números contenidos, obra de Ive Svorcina, John Cassaday, Bill Sienkiewicz, Francesco Francavilla, Travis Charest y Tommy Lee Edwards. El tomo contiene también portadas alternativas realizadas por Goran Parlov, Pasqual Ferry, Dean White, Rob Liefeld, Romulo Fajardo y Cliff Chiang, además de una biografía de los autores implicados en el tomo así como de su editora, Nicole Boose. El precio de venta recomendado es de 18 € y se puso a la venta en marzo de 2016.
Mark Millar
Nacido en Coatbridge, Escocia en 1969. Se trata de uno de los más aclamados y exitosos autores del cómic estadounidense actual, guionista de algunas de las series de mayor éxito de crítica y público de los últimos años, como ‘The Authority’, ‘The Ultimates’, ‘Superman: Hijo Rojo’ ó ‘Civil War’. Su popularidad no es menor que la controversia que suscitan sus historias, repletas de sexo y violencia con tintes de humor negro, en las que trata provocativamente temas de política y de sociedad así como otros más personales, mezclando continuamente el drama y la acción dramática más desenfrenada.
Muy reconocido en el ámbito más allá del cómic debido a la íntima relación que ha establecido en los últimos años con Hollywood tras las adaptaciones cinematográficas de sus obras ‘Wanted’, ‘Kick-Ass’, ‘Supercrooks’ ó ‘The Secret Service’.
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‘Starlight – El regreso de Duke McQueen’
Hace cuarenta años, Duke McQueen era un héroe espacial que llegó a salvar a un mundo de la tiranía. Pero, pasó el tiempo y regresó casa, contrajo matrimonio, tuvo hijos y se convirtió en un anciano que sobrevivía solo gracias a sus recuerdos… hasta la noche en que un antiguo cohete brillante descendió desde los cielos y le convocó para una aventura final.
Mark Millar, el guionista de Kick-Ass, y Goran Parlov, dibujante de Punisher: Max, nos ofrecen una maravillosa fábula espacial.
Guion: Mark Millar
Dibujo: Goran Parlov
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