Un aspecto que cada vez aprecio más en cualquier clase la obra es la honestidad. Esto es, que no los autores no vendan humo ni tomen el pelo a los lectores, espectadores o jugadores, sino que ofrezcan exactamente lo que prometan. Ligado a esto, un rasgo a destacar es saber cuándo la obra ya no da más de sí o has contado lo que querías, y finalizarla en ese punto. Precisamente es algo que aborrezco demasiado cada vez más: el “estirar el chicle” sin propósito alguno y destrozar una buena historia.
Por ello, pese a que considero y, definitivamente, me hubiera gustado ver más de la cabecera, estimo que Matt Gagnos y Michael Alan Nelson, guionistas de la historia, han tenido un gran acierto a la hora concluir su colección en el momento adecuado. Máxime llevando únicamente ocho números. Ocho números notablemente intensos, ricos e interesantes argumentalmente, debo añadir.
Pero antes de ahondar en todo lo que ofrece el segundo y último volumen de ‘Day Men’, conviene repasar dónde nos encontramos o contextualizar brevemente lo que ocurrirá. En esencia, ‘Day Men’ relataba una historia con vampiros, que no de vampiros, dando una interesante vuelta de tuerca a modo de premisa inicial: a raíz de que necesitan descansar durante el día, pues el sol resulta letal para los no-muertos, cada una de las diversas “familias” de vampiros usan a un recadero para controlar sus asuntos a lo largo de las horas de sol. David Reid es uno de ellos, los llamados “hombres de día” o, de modo despectivo, Perros del Sol.
Los problemas no tardan demasiado en llegar ya que poco después de empezar el tomo ya vemos cómo un trabajo que era habitual, como es rescatar a la oveja negra de la familia de un antro para vampiros, se convierte en algo muy peligroso: sacar a la oveja negra de la familia de una habitación donde reside el cadáver de una de las hijas de los Ramsés, la familia enemistada con los Virgo, para la que Reid trabaja. Esto desemboca en una guerra entre ambas familias, lo que ya de por sí es una coyuntura muy intrincada.
No obstante, para acabar de desequilibrar aún más las cosas, a lo largo del primer volumen descubríamos que un subordinado de Los Virgo traficaba con colmillos de vampiro (o al menos así parecía), un crimen obviamente extremadamente despreciable y que otorga una gran ventaja a los Ramsés. Tal es esta ventaja que, de modo bastante desesperado, Reid ofrece a Jacob el Incendiario, el hombre de día de los Ramsés. Por su parte, se comienzan a descubrir indicios de una mezcla entre humano y vampiro, humanos convertidos en chupasangres que resisten la luz solar, conocida como el Flagelo.
Y esas dos tramas previas son las que explota este segundo volumen. En primer lugar, la primera mitad del volumen se dedica a la investigación relacionada con el Fragelo, mientras que la segunda muestra el ansiado combate y concluye todas las tramas. Sin desvelar mucho, basta decir que en lo referente a la investigación, Reid apenas tendrá información e irá perdiendo oportunidades bastante valiosas de saber qué está aconteciendo. Además, mención especial merecen la aparición de Blackwill, maestro de Reid, y algunos ‘flashbacks’ acerca del pasado del protagonista. La continua sensación de angustia en vísperas del combate está reflejada con remarcable acierto.
Por otro lado, respecto a la segunda mitad, el combate ciertamente no decepciona y existen giros argumentales muy relevantes e inesperados. Todo queda cerrado y resuelto a pesar del, en principio, poco espacio para acabar de concluir unas historias de tan aparente complejidad. El final, a mi juicio, me ha gustado y resultado satisfactorio, lo que no acaece con frecuencia. Otro punto más a favor de la colección.
Ahondando en los aspectos positivos del argumento, lo que más me ha sorprendido ha sido lo bien que ha manejado los tiempos el equipo de guionistas. En otros términos, a pesar de exhibir un ritmo bastante frenético, rapidez que ya se contemplaba en un grado menor en el volumen previo, el lector asimila a la perfección la información y no se produce ninguna clase de confusión, lo que en mi caso personal a veces suele ocurrir.
A su vez, la capacidad de priorizar de los guionistas, resolviendo con apenas unas páginas pero de modo más que notable una trama menor, es digna de mención. A mi juicio, sorprende realmente cómo son capaces de contar mucho en unas pocas páginas, hecho que a causa de la “narrativa descomprimida”, “estirar el chicle” y varios sinónimos adicionales no acostumbra a cumplirse. Ligado a esta trama, me gustó cómo se resolvió y las buenas dotes de extorsión y resolución de conflictos de cierto personaje. Y hasta ahí puedo contar.
Desde un prisma gráfico, quizá debido tanto a la mayor presencia de batallas como a la gran variedad de armas, se aprecia una mejora sustancial en la representación e interés de los combates. Más en detalle, resultan más masivos, trascendentes y algo más sangrientos. El resto es similar al anterior tomo: un muy buen trabajo en general por parte del dibujante Brian Stelfreeze.
En cuanto a la edición, Norma Editorial recopila los capítulos del 5 al 8 de la colección en un tomo rústica de 100 páginas a color por 15€. En suma, aunque es una colección corta y de la que hubiese deseado ver algo más, es un muy buen cómic en el que aparecen vampiros. Las comparaciones con ‘American Vampire‘ son inevitables, pero a mi entender son ambas cabeceras, cuanto menos, notables y muy recomendables a cualquier tipo de público. Me quedo, por lo que he podido leer, con la obra de Snyder y Albuquerque, sin embargo. Agradezco que Norma Editorial haya apostado por un cómic tan particular, que quizá no hubiese sido posible ver publicado en España sin el “boom” del cómic independiente de los últimos años.
[note]Day Men vol.2
LA CONCLUSIÓN A ESTA GRAN TRAMA DE CONSPIRACIÓN VAMPÍRICA
Los Hombres de día deben dar su vida por sus amos vampiros y eso es justamente lo que está a punto de hacer David Reid, el Perro del sol de los Virgo, al enfrentarse en duelo a su hómologo de los Ramsés, el temible Hombre de día conocido como El Incendiario. Pero tras este conflicto entre familias hay algo que se esconde y trama maquiavélicamente para una nueva era.
Matt Gagnon y Michael Alan Nelson cierran esta intrigante trama de conspiración que ha sorprendido con su novedosa aproximación al mundo de los vampiros y el espectacular buen hacer de Brian Stelfreeze.
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