
Pero, lo que nadie se esperaba, ya entrados en el siglo XXI, era que lograran sorprendernos con el truco que se sacaron de la manga en 2003, en el número 66 del segundo volumen de ‘Wolverine‘, cómic que comenzaba con una aventura que se desarrolló a lo largo de seis entregas de grapa, bajo el título de ‘Old man Logan‘ (traducido en nuestro idioma como ‘El viejo Logan‘). En ella, se nos narraba un desventurado viaje en coche de unas versiones alternativas y futuristas de Lobezno y de un invidente Ojo de Halcón, quienes eran la única muestra de supervivencia heroica en un mundo en el que la unión de todos los villanos había devastado el planeta y eliminado a casi la totalidad de las fuerzas del bien.

Pero, dado que, como todos sabemos, pocas muertes son eternas en el Universo Marvel (a menos que te llames Genis-Vell, Ben Parker o Gwen Stacy), la cosa no iba a ser diferente para Lobezno. Aunque aún no se haya dado a conocer ningún encuentro relevante, tarde o temprano, el resto de héroes de Nueva York notará que hay dos versiones (una mucho más mayor que otra) del mismo mutante circulando por las calles de la ciudad que nunca duerme. Se plantea por tanto la incógnita de cómo reaccionarán cuando tal cosa suceda. Y, aún más importante es preguntarse qué harán al respecto los dos mutantes cuando se crucen por primera vez… ¿o acaso es posible que ya haya tenido lugar dicho encuentro sin que nadie, incluidos los dos interesados, se haya percatado de él?
Pues sí. Tal cosa ha sucedido, y para saber cuándo y cómo tenemos que retroceder un poco en el tiempo, hasta finales del año pasado, fecha en la que se publicó ‘Old man Logan‘ nº 30. En dicha aventura, el protagonista y Ojo de Halcón regresaban exhaustos a casa, después de un duro combate contra la tiránica versión de Hulk conocida como el Maestro, cuando estuvieron a punto de ser arrollados por un gigantesco camión. Ni el conductor se paró, para asegurarse de que nadie hubiera sufrido daños, ni la pareja de héroes le dio mayor importancia al suceso, de modo que los lectores, lejos de prestarle algún tipo de atención al asunto, lo olvidaron en cuanto cerraron la contraportada del tebeo.
No obstante, en el cómic ‘Marvel Legacy Alfa‘ (publicado este mismo año) se observaba como un camión idéntico al mencionado anteriormente (y en Marvel pusieron especial atención en el hecho de que ambos fueran completamente iguales) arrollaba a un Gigante de Hielo. La sorpresa llegó cuando el conductor se bajó de la cabina y descubrimos que se trataba de nuestro clásico Lobezno. ¡Y, un poco antes, había estado a punto de atropellar a una versión vieja y alternativa de sí mismo!




