Pese a que se anunció como una muerte a largo plazo, los eventos de La Muerte de Lobezno solo tuvieron vigencia tres o cuatro años. El personaje como era de esperar regresó a los cómics a hacer lo que mejor se le da, pero esto generaba un problema: durante su ausencia X-23 se había ganado el derecho a usar ese nombre como sucesora de su legado. Con el retorno del canadiense y un nuevo equipo creativo a cargo de Laura Kinney la heroína volvió a su antiguo nombre para descontento de algunos fans. Pero Jonathan Hickman vuelve a poner el asunto sobre la mesa en X-Men, haciendo que Laura vuelva a reclamar el nombre de Lobezno.
En X-Men #5 de Hickman y Francis Yu se organiza un pequeño grupo de mutantes para una peligrosa misión. Sus integrantes son el integrante de Generación-X Sincro, el mutante con la habilidad conocida como evolución reactiva Darwin y Laura Kinney. El problema viene cuando se presenta a Laura como X-23 y esta lo rechaza, asegurando que actualmente ella es Lobezno. El Lobezno original que está presenciando la escena parece hacerle gracia este arrebato, mostrando un conflicto interno de difícil solución dentro de los mutantes.
Esto genera muchas dudas en los fans, siendo la más evidente si pueden convivir dos personajes con el mismo nombre y además tan cercanos. Tampoco sería la primera vez que esto ocurre, ya que Marvel ha estado años publicando historias de dos personajes con el nombre Spider-Man. Lo curioso de todo esto es que el equipo de X-23 ha sido enviado a un lugar llamado The Vault de donde no regresa en semanas y además el tiempo pasa mucho más deprisa. Hasta que no se confirme su muerte no puede ser resucitada con el método de resurrección que tienen ahora los mutantes, así que esta reivindicación queda paralizada hasta que Laura regrese si es que regresa.