Hoy en día, sería impensable para un actor que está empezando a tener éxito rechazar un papel principal en una franquicia de superhéroes. Sin embargo, eso es exactamente lo que Josh Hartnett hizo a principios de este siglo. El intérprete acababa de experimentar el éxito de Pearl Harbor y Black Hawk derribado cuando le ofrecieron de forma sucesiva los papeles de Superman y Batman. En una entrevista con Metro UK, Hartnett reveló su proceso de reflexión para rechazar los papeles que habrían lanzado su carrera de manera inmediata.
En lugar de optar por grandes proyectos, Josh Hartnett pasó el resto de su veintena apostando por películas independientes como Wicker Park, Lucky Number Slevin y La Dalia Negra. El, por aquél entonces, joven actor rechazó el papel de Superman en el relanzamiento que Bryan Singer hizo en 2006 (que protagonizó Brandon Routh en su lugar) y estaba en la lista de candidatos de Christopher Nolan para interpretar a Batman (antes de que Christian Bale se hiciera con él).
“Había una gran cantidad de ejecutivos que querían que siguiera con esas películas, pero siempre me interesaron las historias sobre la gente y no quería ser encasillado en ese tipo de superhéroes. En aquella época, muchos actores tenían que luchar muy duro para recuperar su carrera después de haber interpretado esos personajes”.
Hartnett añade: “A esa edad es muy fácil convertirse en la herramienta o la marioneta de otra persona. Era muy consciente de las decisiones que tomaba y quería que fueran mis decisiones”. Esas decisiones han hecho que el actor se labre una carrera poco habitual en Hollywood, aunque no ha renegado de las adaptaciones de cómics. Tras aparecer en Sin City y protagonizar 30 días de oscuridad, Josh Hartnett estuvo desaparecido durante varios años y volvió a la palestra protagonizando Penny Dreadful en 2014 junto a Timothy Dalton y Eva Green.
Según reconoce, la única oferta en firme que tuvo en aquella época fue para dar vida al Hombre de Acero. Aunque el rumor de que también pudo haber interpretado a Spider-Man ha circulado durante años, Hartnett niega rotundamente que sucediera: “No rechacé a Spider-Man. No sé de dónde surgió eso. Yo solo rechacé a Superman como una oferta directa. Pero en ese momento de mi carrera, mucha gente me pedía que hiciera ese tipo de películas”. El actor ha querido dejar claro que no era una opción válida para él diciendo: “Me sentía un poco fuera de lugar y tenía la posibilidad de hacerlo, y esa es la dirección que elegí. En ese momento no parecía el tipo de decisión de la que estaría hablando 15 años después”.
