El Capitán América lo ha visto todo durante sus más de 80 años de historia. Los viajes en el tiempo, los extraterrestres, los dioses y los monstruos son amenazas habituales contra las que combatir para él. Pero… ¿Convertirse en hombre lobo? Pues algo tan extravagante como esto ocurrió realmente. Tuvo lugar en Capitán América #402-408, del equipo creativo formado por Mark Gruenwald y Rik Levins.
La historia comenzó cuando desapareció el coronel John Jameson. Al frente de la investigación, Capi descubrió que había habido una serie de asesinatos de hombres lobo desde la desaparición. Además, faltaba la piedra lunar, la que transformó a Jameson en hombre lobo. Investigando uno de los asesinatos, fueron atacados por Ferocia, un lobo nativo de la mística ciudad de K’un-Lun. Antes de que Capi pudiera orientarse, Moonhunter emergió, luchando contra el Vengador antes de huir con Ferocia a cuestas. Ferocia fue entregada al Dr. Nightshade, quien estaba usando Jack Russel, The Werewolf by Night, para recrear el suero de lobo. Esta trama fue orquestada por Dredmund, quien usó la piedra lunar para atraer hombres lobo y superhumanos salvajes a su cuartel general en Starkesboro.
Lobezno llegó a Starkesboro, pero también fue capturado por Moonhunter, sin embargo, era inmune al suero lobo. Aun así, Dredmund usó sus poderes para hipnotizar a Logan para que atacara a Cap el tiempo suficiente para tranquilizarlo. Al despertar, el Capi se encontró transformado en un hombre lobo por el suero.
Tras una lluvia de puñetazos entre multitud de personajes, el Capitán aplastó la piedra lunar y volvió a Dredmund a la normalidad. La historia terminó como un vínculo de Infinity War, en el que un doppelganger malvado del Capitán América se teletransportó y atacó a su contraparte. Capi volvió a la normalidad justo a tiempo para destruirlo.
Como vemos esta alocada trama, propia de su época, nos demuestra la originalidad y variedad de aventuras que han vivido los superhéroes en los cómics a lo largo de toda su historia.