Bajo la dirección de Chris Columbus, esta película, de dos horas de duración, está protagonizada por Logan Lerman (como Percy Jackson), Brandon T. Jackson (en el papel de Grover Underwood), Alexandra Daddario (que interpreta a Annabeth Chase), Jake Abel (que encarna a Luke Castellan), Pierce Brosnan (que se mete en la piel de Quirón), Uma Thurman (que hace de Medusa), Rosario Dawson (que se convierte en Perséfone), Steve Coogan (que se transforma en Hades), Kevin McKidd (como Poseidón), Melina Kanakaredes (en el papel de Atenea), Dylan Neal (que interpreta a Hermes), Erica Cerra (que encarna a Hera) y Sean Bean (que se mete en la piel de Zeus).
Percy Jackson es un adolescente disléxico que vive con su madre y un detestable padrastro. Sin embargo, su vida da un giro radical cuando descubre que, en realidad, es el hijo de Poseidón. El problema es que alguien ha robado el rayo de Zeus y el joven hijo del dios de los mares es el principal sospechoso. Por tanto, si Percy Jakcson quiere salvar la vida de su madre, que se haya presa en el inframundo a causa de este conflicto, debe llevar a cabo la misión de descubrir quién es el verdadero ladrón y devolver el rayo a Zeus antes de que se desate unan batalla entre dioses. Para ello, Percy Jackson será ayudado por Annabeth Chase, la hija de Atenea, y el sátiro Grover Underwood.
Como cabe esperar, la película está repleta de elementos relacionados con la mitología griega, ya sea de manera directa o disimulada, empezando por el nombre de protagonista, ya que se llama Percy en homenaje a Perseo, un famoso hijo de Zeus que, evidentemente, es primo del vástago de Poseidón.
Es bastante común que las adaptaciones cinematográficas de las novelas se tomen ciertas licencias, y Percy Jackson y el ladrón del rayo no es ninguna excepción. Entre las múltiples diferencias que podemos encontrar, destaca la de la edad, ya que los protagonistas tienen 17 años en la película, en lugar de 12, que es lo que se dice en la novela. Puede que la gran cantidad de datos en la que difieren ambas versiones sea esa la razón de que Rick Riordan no esté nada satisfecho con esta adaptación.
Sin embargo, parece que los resultados obtenidos sí resultaron lo suficientemente convincentes como para llevar a cabo el rodaje de la secuela Percy Jackson y el mar de los monstruos. La verdad es que no se puede culpar a Rick Riordan de ser excesivamente severo con la adaptación de su idea original. No obstante, desde el punto de vista del espectador medio, resulta una manera novedosa e interesante de tratar el tema de la mitología griega. Quizás sea sea la clave de su éxito.
