Desde principios del verano del año 1993, cada vez que los aficionados al género relacionado con animales prehistóricos pensamos en una película sobre dinosaurios, no cabe la menor duda de que lo primero que nos viene a la mente es el filme original de Parque Jurásico, dirigido por Steven Spielberg y basado en la novela homónima de Michael Crichton. Y es que hay que reconocer que se ha alzado, por méritos propios, como un clásico, además de un imperecedero referente sobre dicho concepto, tal y como demuestra el hecho de que, a día de hoy, la franquicia continúe completamente vigente. No obstante, es evidente que no exclusiva de su género, ya que existe una gran variedad de títulos, ya sea de series o de largometrajes, que también cuentan con la presencia de estos imponentes y peligrosos animales prehistóricos, pero que, por desgracia, no han logrado alcanzar el mismo éxito que la ya citada saga de Steven Spielberg. Un claro ejemplo de este caso lo tenemos en la película The Jurassic Games (2018), que es precisamente el filme que analiza este artículo.
USEMOS LA PENA CAPITAL DE LA MISMA MANERA QUE USAMOS LOS DEPORTES Y LA TELEVISIÓN EN ESTE PAÍS … PARA DISTRAER A LA GENTE.
Esta reflexión, pronunciada en 1989 por el comediante y crítico social George Carlin, funciona perfectamente como frase introductoria de este largometraje, de 86 minutos de duración, dirigido por Ryan Bellgardt y protagonizada por su tocayo Ryan Merriman (como el anfitrión del programa), Katie Bugess (en el papel de Joy), Perrey Reeves (que interpreta a Savannah), Adam Hampton (que encarna a Anthony Tucker), Cat Jones (que se mete en la piel de Stephanie), Rett Terrell y Kyle Penignton (que hacen de los hermanos Mason), Lucas Ross (que se convierte en Brian), Tiger Sheu (que se transforma en Ren Saizo), Erika Daly (como Laura), Dylan Cox (en el papel de Víctor “La Avispa” González) y Raychelle McDonald (que interpreta a una presentadora).
Diez condenados a muerte son seleccionados para participar en Los Juegos Jurásicos, un programa de realidad virtual en el que los participantes deben tratar de sobrevivir en un terreno poblado de peligros mortales, tales como dinosaurios del tipo mostrado en las imágenes que acompañan este artículo, plantas carnívoras y campos minados. El problema es que, si mueres en el juego, también lo haces en la vida real y el programa está preparado para que solo haya un ganador, que será premiado con su libertad, mientras que el resto fallece antes o después, asesinados a lo largo del juego o mediante una explosión de su cabeza causada por unos collares especiales que les han colocada a casa participante. Por ello, aunque cada uno de los diez concursantes tenga que hacer frente a diversas amenazas, sus mayores enemigos serán sus propios compañeros, ya que todos parecen están dispuestos a hacer lo que sea necesario para seguir con vida y conseguir la ansiada libertad.
La película The Jurassic Game tiene un final abierto, que podría dar pie a una secuela. No obstante, dado que no ha gozado de mucho éxito y que el argumento de la segunda parte podría ser una mera repetición de lo visto en esta entrega, no parece haber planes de llevarlo a cabo.
Dado que, por un lado, todos los concursantes de Los Juegos Jurásicos son asesinos convictos, mientras que, por otro, los encargados del programa se nos muestran como personas sin escrúpulos, cuyo único interés es subir los niveles de audiencia, la película está pensada para que el espectador no sienta pena por lo que el destino le pueda deparar a la mayor parte del reparto, con la excepción de dos personajes: Anthony Tucker, el único concursante que parece haber sido acusado de un crimen que no ha cometido, y Laura, una infiltrada que trabaja en el programa con la intención de sabotearlo.
La verdad es que The Jurassic Games no cuenta nada nuevo, ya que, aparte de aprovecharse del éxito de Parque Jurásico, su argumento nos recuerda al de otras películas, tales como Predators (2010), Escuadrón Suicida (2016) o la saga de Los Juegos del Hambre (2012 – 2015), por lo que algunos pueden sentirse decepcionados, al considerarla como un producto poco original. No obstante, también hay que saber reconocer sus cualidades positivas, como el hecho de que sabe mantener la atención del espectador, sin permitirse divagar en escenas de relleno, y guarda alguna que otra sorpresa final, que, como nunca llueve a gusto e todos, satisfará a algunos y será considerada como predecible por otros.
En resumen, si eres fan de este tipo de películas y, sobre todo, te gustan las aventuras con dinosaurios, The Jurassic Games, sin ser ninguna obra maestra, es una película apropiada para pasar un rato entretenido, mientras esperamos la próxima entrega de la saga Jurassic World, que, por culpa de la pandemia, parece que no podremos disfrutar antes del año que viene. Afortunadamente, Warner Bros ha adelantado para este marzo la nueva versión de la película Godzilla vs. Kong, de modo que el contrincante del gran simio ayudará a The Jurassic Games a hacer más llevadera la espera del regreso de los dinosaurios, con los que Colin Trevorrow recogió el testigo de Steven Spielberg.
