¿De qué forma logró John Romita ser el sustituto de Steve Ditko como dibujante de Spiderman?
Todo aquel que se precie de ser seguidor de Marvel, en general, y de Spiderman, en particular, conoce los detalles básicos de la historia de su origen editorial: el exitoso Amazing Fantasy nº 15 (1962) propició la salida de una colección protagonizada en solitario por el hombre araña, de la cual debemos los guiones a Stan Lee y los dibujos a Steve Ditko, al igual que pasaba en la cabecera en la que debutó el personaje. Sin embargo, en The Amazing Spider-Man nº 39 (1966), la salida del dibujante original supuso la llegada de John Romita Sr. a la colección, tal y como ya hemos relatado en su momento. No obstante, en este artículo nos dedicaremos a ahondar en los motivos que desembocaron en que este artista acabase siendo el dibujante regular de la cabecera.
La verdad es que, sin que Stan Lee estuviera al tanto, John Romita ya había empezado a trabajar para la editorial, cuando aún era conocida con el nombre de Timely, aunque de una manera un tanto particular. Sus primeros trabajos aparecieron firmados con el nombre de Lester Zakarin, un entintador que hizo pasar por suyos los dibujos John Romita, suponemos que por medio de un acuerdo satisfactorio para ambas partes, para poder conseguir un puesto en la editorial, una práctica nada extraña en aquella época. Cuando la verdad fue confesada, Stan Lee, en lugar de sentirse molesto por ello, le dio a John Romita el encargo de dibujar y entintar una historia de cuatro páginas en la que un extraterrestre se hacía pasar por un bebé, cuya publicación tuvo lugar en Strange Tales nº 4 (1951). Bajo este párrafo puedes ver la portada de dicho ejemplar.
No obstante, aunque John Romita mostró su valía a Stan Lee en diversas ocasiones, las cosas se complicaron en 1958. Debido a factores internos, el número de publicaciones de la editorial se limitó a ocho títulos mensuales, lo que conllevó el despido de la mayoría de los colaboradores de Stan Lee, por orden de Martin Goodman, incluido el propio John Romita.
El dibujante decidió probar suerte en DC. No obstante, las cosas no salieron como él esperaba, ya que los títulos que realizó allí fueron todos de historias románticas, lo que situaba al artista muy lejos de poder encargarse de ilustrar aventuras de superhéroes. El propio John Romita se expresaba al respecto en estos términos:
Era agotador. Fueron ocho años de tortura. Las historias eran estúpidas.
Aunque, debido a su despido, las cosas no habían acabado bien entre Stan Lee y John Romita, el guionista andaba a la caza de un nuevo dibujante para la cabecera de Spiderman, ya que Steve Ditko ya había dejado claras sus intenciones de abandonar la editorial. Parecía claro que el único artista capaz de sustituirlo era John Romita, al menos bajo la opinión de Stan Lee. Por tanto, ofreció al dibujante la nada desdeñable cifra de 275 dólares semanales, lo que no debió sentar nada bien a Martin Goodman, ya que no era conocido por su generosidad. John Romita aceptó la oferta y regresó a la compañía, en la que su primer trabajo fue entintar The Avengers nº 23 (1965), cuya portada puedes ver a continuación.
Se supone que, para tantear un poco su valía como dibujante de superhéroes urbanos, Stan Lee le propuso a John Romita que le hiciese un dibujo de Daredevil, con cuyo resultado quedó encantado. El guionista estaba cada vez más convencido de que estaba ante el sustituto ideal para Steve Ditko, ya que parecía desenvolverse igual de bien en escenas de carácter superheroico que en aquellas en las que tenía que dibujar chicas guapas. Por tanto, la cabecera podría abordar un tono más amable, romántico y culebronesco del que Steve Ditko hubiera sido capaz de adoptar, tal y como le gustaba a Martin Goodman.
Inicialmente, John Romita se hizo cargo de la cabecera de Here Comes… Daredevil, the Man Without Fear!, a partir de su número 12 (1966), primero ayudado por Jack Kirby y, posteriormente, en solitario. Sin embargo, en los ejemplares 16 y 17 (fechados en el mismo año), el invidente superhéroe compartía la aventura con Spiderman. John Romita pensó que solo se trataba de una estratagema para aumentar la ventas de la cabecera, sin sospechar que Stan Lee lo estaba sometiendo a una prueba, que fue superada con creces. A continuación, puedes comprobarlo en la portada del primero de esos dos ejemplares.
Tanto el Bullpen Bulletin publicado en The Amazing Spider-Man nº 38 (1966) como el correo de los lectores, se encargaron de dejar claro a los seguidores de la cabecera arácnida que llegaba un nuevo dibujante a la colección. Y la verdad es que no podía hacerlo en mejor momento, ya que el debut de John Romita en dicho título iba a coincidir con el regreso a la acción del malvado Duende Verde.