sábado, abril 20, 2024

Reseña de Los mundos posibles de Jonathan Hickman

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Panini

Los mundos posibles de Jonathan Hickman se presenta en un tomo de lujo a cargo de Panini Comics

Es uno de los guionistas más respetados del mainstream americano y entre sus logros cuenta con haber firmado etapas fundamentales en los tres grupos más populares de Marvel Comics: los Vengadores, los Cuatro Fantásticos y los X-Men. Ahora gracias a un magnífico tomo publicado por Panini Comics podemos apreciar algunas de sus historias de corte más independiente reunidas bajo el título de Los mundos posibles de Jonathan Hickman

Jonathan Hickman, Panini Comics

Conspiranoia y ciencia ficción eclesiástica

En las cuatro historias que se incluyen en esta recopilación cabría hacer una distinción entre aquellas que han sido dibujadas por el propio Jonathan Hickman (las dos primeras) y aquellas en las que ha contado con el apoyo de un dibujante para encargarse del aspecto gráfico (las dos últimas).

En primer lugar nos encontramos con El informativo nocturno, que podría ser descrito como la madre de todas las conspiraciones. Si eres de los que piensan que los medios de comunicación no son más que herramientas en manos de aquellos que mueven los hilos para controlarnos, tal vez esta lectura no sea lo más apropiado para ti. En las manos de Hickman los informativos no son solo un arma de manipulación, sino que van mucho más allá. El autor nos pone en la piel de un hombre en conflicto que deberá decidir qué es verdad y qué es mentira en un mundo en el que esos conceptos tan absolutos no tienen cabida.

Jonathan Hickman, Panini Comics

A continuación Pax Romana nos propone una idea de ciencia ficción de lo más atractiva. ¿Qué pasaría si los viajes en el tiempo fueran una posibilidad real y estos fueran utilizados por la Iglesia Católica para ir al pasado y remodelar la realidad a su gusto? Cuando el Papa decide enviar a un grupo de mercenarios genéticamente mejorados a una época pretérita para cambiar la historia y que la hegemonía del cristianismo sea total en todo el planeta la cosa pinta mal, pero cuando el líder de este pequeño ejército decide que es hora de dejar de obedecer a aquellos que le han decepcionado tantas veces para comenzar a tomar sus propias decisiones, el resultado será impredecible…

En ambos casos hablamos de historias tremendamente ambiciosas y que acaban teniendo las mismas virtudes y los mismos defectos. Hickman es un genio a la hora de plantear argumentos que se escapan de lo convencional y que ponen cualquier brújula moral a prueba, pero cuando no se le ata en corto su exceso de pretenciosidad puede actuar en su contra.

Jonathan Hickman, Panini Comics

Es un problema que ha tenido sobre todo en Este del oeste y en su etapa mutante. El guionista inunda al lector con información que busca dar una cohesión total y detallada al mundo en el que transcurre la acción, pero el exceso de datos acaba generando más ruido que señal y apabullando incluso al más paciente. Los esquemas y las infografías con las que puebla sus narraciones acaban cansando cuando dejan de ser interesantes para convertirse en un tramite sin interés real. Tratar este aspecto de sus trabajos con más mesura, de forma similar por ejemplo a lo que Greg Rucka ha estado haciendo en Lazarus, ayudaría a degustar con más placer sus escritos.

Por otra parte, en su papel como dibujante también tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Si bien su formación en arquitectura puede haber sido fundamental a la hora de abordar sus guiones, está claro que su etapa trabajando en publicidad ha marcado su estilo artístico. El cómic es arte secuencial, y en muchas ocasiones Hickman pone al límite esta definición poblando sus páginas de figuras fotorrealistas donde los colores (siempre con su blanco predominante) funcionan como elemento puramente atmosférico en páginas que normalmente no funcionan de forma continua. Es atractivo en ocasiones, pero puede llegar a convertirse en algo demasiado monótono en ocasiones.

Jonathan Hickman, Panini Comics

Superhombres y pilotos intrépidos

Con un tono más convencional nos topamos con Requiem por Marte, una historia que cuenta a través de flashbacks la vida de un trasunto de Superman que llegó a la Tierra no en 1938 sino en la Edad Media.

Pero Hickman no se limita a contar aquí una especie de “¿Y si Kal-El hubiera llegado en la época del Rey Arturo?”, sino que va mucho más allá de la curiosa propuesta inicial para llevarnos hasta un utópico futuro en el que la llegada de una invasión alienígena está a punto de acabar con la humanidad. Quizás Hickman aquí peca de no materializar en viñetas la ambición desbordante de las ideas que plantea. Hay demasiado sugerido y muy poco concretado, lo cual no es óbice para disfrutar de una buena historia como esta.

Por último, en Red Wing viajaremos a un futuro en el que los pilotos de cazas no solo rompen la barrera del sonido sino también la del tiempo, todo ello para luchar en una guerra en la que el enemigo de origen extraterrestre se dedica a atacar al planeta en distintos momentos de forma simultanea. Quizás el aspecto más atractivo de esta historia sea la forma en la que Hickman plantea la no linealidad del tiempo, casi haciendo desear al lector que se hubiera extendido aún más sobre este tema alargando la obra unas cuantas decenas de páginas…

En estas dos historias el guionista se ve acompañado primero por Ryan Bodenheim y después por Nick Pitarra, cuyo trabajo podemos apreciar también junto a Hickman en Los proyectos Manhattan. Ambos realizan un gran trabajo, siendo el primero un soplo de aire fresco en cuanto a sencillez (sobre todo llegando a su historia tras las dos dibujadas por Hickman) y el segundo brillando muy fuerte por momentos con su virtuosismo a veces mal entendido.

En resumidas cuentas, aquí se reúnen cuatro historias imprescindibles para comprender a Jonathan Hickman y su forma de concebir cómics. ¿Lo mejor del tomo? Ver cómo las ideas del guionista toman forma, disfrutar de sus atractivos planteamientos y del dibujo de los artistas que le acompañan. ¿Lo peor? Probablemente sea su falta de autocontrol a la hora de añadir información más situacional que útil, algo que puede hacer que la lectura en ocasiones sea más pesada de lo que debería…

El tomo Los mundos posibles de Jonathan Hickman publicado por Panini Cómics en tapa dura contiene 592 páginas a color con un tamaño de página de 17 x 26 cm e incluye la traducción de la edición americana de los seis números de los que consta la miniserie The Nightly News, los cuatro de los que consta Pax Romana, los cuatro de los que consta Red Mass for Mars y los cuatro de los que consta The Red Wing.


Jonathan Hickman, Panini Comics

Los mundos posibles de Jonathan Hickman

Su nombre es Jonathan Hickman, y este volumen recopila las miniseries independientes con las que lanzó su carrera.

La Piedra de Rosetta que permite conocer y comprender su inconfundible estilo personal. Cuatro obras aplaudidas por la crítica en las que el autor explora al ser humano a través de su legado más antiguo: la guerra.

Guerras libradas valiéndose de armas como la manipulación y corrupción de historia e información por parte de aquellos en el poder, y la respuesta adoctrinada y radicalizada de aquellos engañados por las fake news.

Autores: Jonathan Hickman, Ryan Bodenheim y Nick Pitarra

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