El director especializado en cine de catástrofes ha hablado también de los cambios tras los pases de prueba de Moonfall y el apoyo de la NASA
Roland Emmerich, el director de origen alemán de superproducciones de Hollywood, es prácticamente sinónimo del género de catástrofes, habiendo mostrado la destrucción a gran escala en películas como Independence Day, El día de mañana y 2012. Su nuevo proyecto, Moonfall, tiene previsto su llegada a las salas de cine el próximo 4 de febrero.
En una extensa charla con Collider, el cineasta ha comentado que su idea inicial era realizar una trilogía, a pesar de no ser un director interesado en las secuelas.
“Tampoco me gustan mucho las secuelas. Pero esta vez he intentado hacer una trilogía, aunque ya no estoy seguro de si quiero hacerlo. Creo que si hago una secuela, la haré un poco más como la original de Star Wars, la segunda tendrá un enorme cliffhanger. Porque eso se le escapa a la gente. Todo tiene que ser siempre cerrado. ¿Por qué no dejarlos colgados y decir, los dejamos esperando ver la conclusión, en dos años?. Eso es lo que me gustaría hacer, pero no sé si alguna vez sucederá”.
Emmerich habló también sobre cómo los pases de prueba hicieron que cambiara algo del montaje definitivo de Moonfall que veremos en cines, y de la posibilidad de ver alguna vez la versión del director. “Nos dimos cuenta de que en la película la gente está mucho más interesada en la Luna. Así que se ve más la Luna y menos la Tierra”.
“Tengo como dos o tres escenas eliminadas, que son bastante caras. Una era en la que, de repente, todo se detiene con el transbordador. A la gente no le importaba. Simplemente, eso era todo”.
“Luego tenemos mucho más de una persecución de coches, que reducimos a la mitad. La cortamos porque nadie estaba tan interesado en ella y las cosas se vuelven locas y eso está bien. Y se enteran muy rápido. Luego un par de cosas vuelan por el aire y eso es todo. Y simplemente no estaban interesados. Estaban más interesados en la Luna”.
Una parte importante de la trama de Moonfall incluye teorías de la conspiración sobre la Luna. A fin de separar lo real de lo que son simples rumores, el director contactó con la NASA, y la agencia le brindó su total colaboración.
“Hay como un sinfín de cosas sobre la Luna. Así que, en ese sentido, me resultó muy extraño que nos apoyara la NASA. No tengo ni idea de por qué están haciendo esto. Honestamente. No tengo ni idea de por qué lo hicieron, pero obviamente lo necesitan”. Emmerich prosigue: “Pudimos acceder a un sinfín de secuencias que tienen como imágenes, lo que fue genial para nosotros, quiero decir, porque lo real hace que cada toma sea más real”.
