Francis Ford Coppola sigue adelante con el proyecto de Megalópolis, invirtiendo su dinero en la epopeya de ciencia ficción
Francis Ford Coppola es uno de los directores estadounidenses vivos más famosos. Después de ganar el Oscar a la mejor película y al mejor director por El Padrino en 1972, Coppola realizó obras maestras posteriores como La conversación y El Padrino Parte II (ambas, curiosamente, estrenadas en 1974), además de Apocalypse Now en 1979. Varios de sus largometrajes aparecen habitualmente entre las mejores películas de todos los tiempos, y puede que aún le quede alguna por hacer que se sume a esa lista.
Ahora, a los 82 años y sin nada que demostrar, el director y empresario del sector vinícola está dispuesto a asumir su mayor riesgo. Tras pasar casi media vida (escribió el primer borrador del guion a principios de los 80) intentando encontrar financiación para la película de sus sueños, Megalópolis, y ahora dice que está dispuesto a gastar 120 millones de dólares de su propio dinero para financiar la película él mismo, según ha confesado a GQ.
La película es una historia de amor. Una mujer divide su lealtad entre dos hombres. Pero no son solo dos hombres. Cada uno de ellos viene con un principio filosófico. Uno es su padre, que la ha criado, que le ha enseñado latín en su regazo y que es partidario de una visión mucho más clásica de la sociedad, del tipo de Marco Aurelio. El otro, que es el amante, es el enemigo del padre pero se dedica a una visión mucho más progresista: “Demos un salto al futuro, saltemos por encima de toda esta basura que ha contaminado a la humanidad durante 10.000 años. Encontremos lo que realmente somos, una especie ilustrada, amigable y alegre”.
Se rumorea que el reparto es enorme: Deadline informó el verano pasado de que Coppola estaba en conversaciones con Oscar Isaac, Forest Whitaker, Cate Blanchett, Jon Voight, Zendaya, Michelle Pfeiffer, Jessica Lange e incluso su antiguo colaborador en El Padrino, James Caan, para posibles papeles en la película. En la entrevista, Coppola dijo a GQ que la película tardará “fácilmente tres años en hacerse”.
Dicho esto, cuando se le preguntó por el largometraje, el cineasta dijo que quiere hacer una película que la gente vea anualmente, como Qué bello es vivir. “En Año Nuevo, en lugar de hablar sobre el hecho de que vas a dejar los carbohidratos, me gustaría que se debatiera la siguiente cuestión, que es: ¿La sociedad en la que vivimos es la única disponible para nosotros? Y que se hable de ello”, explica Coppola.
