Catwoman no siempre ha tenido el mismo aspecto en los cómics y su diseño original era bastante perturbador
Con más de 80 años de historias a sus espaldas, Catwoman ha sufrido varios rediseños desde su primera aparición en el Batman #1. Siempre caminando por la línea entre el bien y… no tan bien -ya sea escabulléndose por los callejones y robando gemas, o luchando contra el crimen junto a su amado Batman-, sabe cómo hacerlo con estilo. Esta feroz gatita se ha abierto camino a través de las tendencias del tiempo y ha conseguido unos cuantos trajes memorables en el camino.
Algunos son simplemente productos de su tiempo. Un traje diseñado en 1969 no funciona en 1993. Un traje diseñado en 1993 probablemente no funcione hoy. En el caso de los personajes femeninos, siempre hay una delgada línea entre el diseño de un traje atractivo y la apelación a los intereses más morbosos de los lectores. Pero sin duda, uno de los más sorprendentes fue el diseño original de Catwoman.
Antes de que el guionista Bill Finger la caracterizara como el interés romántico de Batman, se la representaba como una vulgar ladrona. En el número 3 de Batman, titulado The Cat-Woman, escrito por Finger y dibujado por Bob Kane, apareció su primer traje de gata. Conocida simplemente como “The Cat”, la primera versión de Catwoman ni siquiera tenía aún nombre para su alter ego civil, que luego conoceríamos como Selina Kyle.
Como podéis ver en la imagen superior, la máscara felina original del personaje no era precisamente una estilización. La ladrona llevaba puesta una cabeza de gato que le proporcionaba un aspecto de lo más perturbador. Los colores de la capa y el vestido fueron variando del rojo y naranja iniciales al negro y morado o rojo y verde en sus posteriores apariciones.
Afortunadamente, en el Batman #35, la séptima vez que vemos a Catwoman ya ha desechado la horripilante máscara sustituyéndola por una más parecida a la que todos recordamos: el antifaz con orejas felinas que tapa la parte superior de su cabeza dejando su melena al descubierto. El vestido y la capa siguieron siendo parte de su uniforme hasta bien entrados los años 60, donde los cambió por el mono ajustado que todavía sigue llevando.
