“Que la gente deje de quejarse por la duración de las películas mientras hacen maratones de series”, justifica James Cameron
Aunque Avatar: El camino del agua no se estrena hasta diciembre, el director James Cameron ya defiende la duración de la película. Estrenada en 2009, Avatar presentó al público el mundo ficticio de Pandora y sus habitantes nativos azules, los Na’vi. La película fue un éxito de público y de crítica y actualmente ocupa el primer puesto como película más taquillera. Rápidamente se anunció que se estaban preparando cuatro secuelas de Avatar, para las que Sam Worthington y Zoe Saldaña regresan como Jake Sully y Neytiri, respectivamente.
Desde el estreno de Terminator, Cameron no ha realizado una película de menos de dos horas de duración. Incluso durante los años 80 y 90, cuando las películas de duración épica no eran la norma, Cameron dirigía películas como Aliens, Terminator 2: El Día del Juicio y Titanic, poniendo a prueba la capacidad del público para sentarse a ver una película sin necesidad de tomarse un descanso. Ahora, incluso antes de que llegue la película, Cameron ya espera quejas sobre la duración de Avatar 2.
En declaraciones a la revista Empire sobre su último proyecto, el creativo dijo que ya espera la respuesta de parte del público y de la crítica, pero explicó que en la era de los maratones de series de televisión, una película más larga de lo habitual no debería ser un problema para los espectadores que acudan a los cines.
“No quiero que nadie se queje de la duración cuando se sienta a ver [la televisión] durante ocho horas. Casi puedo escribir esta parte de la crítica. ‘La agonizantemente larga película de tres horas…‘ Es como, dame un puñetero respiro. He visto a mis hijos sentarse y cascarse cinco episodios de una hora seguidos”.
También añade que “Este es el gran cambio de paradigma social que tiene que ocurrir: está bien levantarse e ir a orinar“. Por supuesto, no podemos pausar las películas en los cines, así que o los espectadores se pierden un trozo de Avatar: El camino del agua o las proyecciones tendrán que incluir un intermedio de forma orgánica, como en los viejos tiempos.