Somos Probetus es la historia creada por César Verdúguez, publicada por Cartem Cómics, donde muestra a un verdadero superhéroe, sin necesidad de capa ni superpoderes, en una gran historia que absorbe y emociona al lector
César Verdúguez es un autodidacta en el mundo del cómic, con estudios en ilustración, concept art y storyboard, siendo actualmente uno de los miembros del departamento de diseño de Radio Televisión Española, aunque también ha colaborado en otros proyectos audiovisuales y de videojuegos; por si no fuera poco, también es músico.
Somos Probetus es la primera novela gráfica de este polifacético autor, aunque está en desarrollo de nuevos proyectos relacionados con el noveno arte. De hecho, estas virtudes del autor son recogidas en el propio prólogo de la obra, donde Paco Roca destaca su afición por la temática de los viajes temporales, ensalzando el trabajo visual de Verdúguez así como la emoción que suscita este.
“Me alegra que estés bien y que estés disfrutando mucho de tu permiso… viajando y descubriendo nuevas culturas”
Dóbac Stephanovich
La editorial Cartem Cómics ha sido quien se ha llevado el gato al agua para la publicación de esta novela gráfica, pese a ser un autor novel, otras editoriales más potentes en el mercado español también mostraron su intención de publicarla observando el gran potencial que posee la obra.
La trama
La historia que presenta Somos Probetus es una sinergia entre los viajes a través del tiempo, la investigación científica y los valores personales. A partir de esa mezcolanza de temáticas se elabora una trama firme, con tensión constante y respetando el canon literario con un desarrollo lógico y un fin consistente y consecuente a este.
En el año 2063, uno de los grandes científicos del planeta Fermín Probetus está ante dos grandes retos, el nacimiento de su primer hijo y la consecución de uno de sus sueños, elaborar una máquina que permita los viajes en el tiempo. Para el primer reto cuenta con la abnegada ayuda de Riley, su mujer; mientras que, para el segundo, su colaborador en Naxum Space, Dóbac Stephanovich, será su puntal.
Todo se tuerce cuando Fermín es traicionado y desaparece al probar su máquina del tiempo, dejando a Riley sola en la crianza de Sirbino, quien llegará a ser uno de los principales científicos en la agencia espacial Naxum y desarrollará su propia máquina para los viajes en el tiempo, con la esperanza de poder saber qué ocurrió con su padre y, a su vez, conocer diferentes épocas históricas.
Ópera prima como guionista y dibujante
En un primer vistazo, quizá la propuesta del autor no llame la atención del lector, pero en cuanto abre la primera página este se ve sumergido en un torbellino de emociones y aventuras inesperadas, imperando en el ánimo del lector una necesidad de seguir con ella y conocer su final. Una historia ficticia que esconde verdades como puños de las relaciones humanas.
Somos Probetus recoge una única historia intensa y sobrecogedora desde la primera página, donde despierta los sentimientos del lector, que enseguida toma parte por el protagonista y su familia, así como con los allegados de esta y comienza a sentir un visceral alejamiento del antagonista, desde el primer momento en que consuma su traición, porque en él se aglutinan las peores características del ser humano.
El título, como el primer vistazo, quizá no atraiga al lector, pero es un guiño a este, al igual que a los personajes y da lugar a interpretaciones. El mismo título hace referencia a la familia Probetus, pero puede dar lugar a una interpretación más clásica, como la procedencia del nombre en latín –probitas, probitatis– compuesto por probus -honesto- + tās -el sufijo para formar el nombre-, dando como resultado una de las cualidades de los protagonistas: la honestidad.
César Verdúguez sabe jugar con el lector y atraer la atención sobre detalles tan nimios como los carteles de las tiendas y los supermercados o los propios nombres de los personajes que aparecen en la obra. Quién busque, hallará numerosas referencias a grandes iconos pop.
También los cinéfilos serán afortunados con la lectura de Somos Probetus, puesto que son fácilmente reconocibles grandes éxitos cinematográficos y guiños a estos, tanto en escenarios, como en nombres y objetos, así como en la caracterización de los personajes, tanto en la vida de los protagonistas, como en los viajes al Cretácico, lejano Oeste, Roma o la España del siglo XVI.
El autor, también, tiene su vena lúdica y al final propone al lector que ejerza de investigador, invitándolo a releer la obra una vez más, para que encuentre los iconos perdidos durante el cómic, como si se tratase de una aventura de ¿Dónde está Wally?
Personajes poderosos, atrayentes y entrañables
Los padres del personaje principal son el primer contacto que tiene el lector con la historia y su generosidad, al igual que su humanidad e imperfección, son tan sumamente atractivos, que empatizar con ellos es inevitable, porque poseen las cualidades que hacen a los seres humanos destacar en la virtud y hacer que quienes los rodean también mejoren.
El padre, Fermín Probetus, es quien comienza la verdadera aventura, porque acoge a su hijo Sirbino -Sirbi-, aún nasciturus, dando fuerzas a Riley, para que no se vea afectada por el síndrome de Down de Sirbino. Este es el único momento de la historia en que se sabrá de esta afección de Sirbi, pero no interfiere en absoluto en el resto de la trama, ni tampoco es un artificio que utilice César Verdúguez para el desarrollo de la historia.
Sirbino es un digno heredero de sus padres, porque acoge en él las virtudes de su madre, quien debió de criarle tras la traición sufrida por Fermín, haciéndolo desparecer de sus vidas, aunque dejó su legado para que Sirbino lo desarrollase y, de hecho, se convierte él solo en un portento científico que le permitirá explorar nuevos horizontes y tratar de buscar la verdad por la que desapareció su progenitor.
Los científicos que acompañan a Sirbino son también otro de los referentes de los logros de este, puesto que como equipo le aportan lo que él no es capaz de acometer en solitario, aumentando la capacidad científica con las aportaciones de todos ellos, puesto que granito a granito, suman un todo más que la suma de las partes, a modo de una Gestalt en el noveno arte.
Por otra parte, la némesis del protagonista es el culmen de la mayoría de los pecados capitales, eso sí, de forma mucho más sutil que explícita, salvo en el momento en que Fermín es traicionado, donde podría haber sido un perfecto compañero del príncipe del Averno o el Judas Iscariote del siglo XXI.
La edición de Cartem Cómics
La edición, como es característico de la editorial, es soberbia. Cartem Cómics publica, en su colección Spanish Bombs, Somos Probetus en un formato apaisado, de 29,5 x 20,4 cm, con cubiertas en tapa dura con plastificado mate soft touch y una longitud de 216 páginas a todo color. Además, cuenta con el prólogo de Paco Roca y numerosos extras como un epílogo, los bocetos de creación de los personajes y otras ilustraciones.
La Naxum Space, la mayor agencia espacial del mundo está a punto de ganar la carrera espacial por controlar el espacio-tiempo. Sin embargo, un brillante investigador con síndrome de Down consigue adelantarse en esta importante hazaña. Sirbino Probetus, hijo de un desaparecido y legendario científico, supervisa el departamento de Incursiones Espacio-Tiempo, un programa secreto iniciado hace varias décadas tras el descubrimiento de la materia oscura.
El chico, que había dejado ya de imaginar la vida con su padre, se adentra en su pasado, donde reaviva esos pensamientos y donde se le genera una sospecha que no logrará mitigar. Después de 28 años, los hechos de su desaparición siguen sin estar claros y, ahora, surgen nuevas pistas sobre sus avanzadas investigaciones y lo que pudo suceder. Tras vivir una serie de aventuras a lo largo de épocas pasadas, Sirbi recibe una llamada de auxilio anónima; una llamada que cambiará para siempre su vida y las leyes físicas del multiverso.
