El Spider-Man: Chapter One de John Byrne reimaginó los orígenes del personaje
Los antecesores del Spider-Man: Chapter One
Si bien es cierto que John Byrne siempre será recordado como una figura importante de la historia de Marvel en general y la de Spiderman en particular, es de recibo reconocer que no todas sus ideas han conseguido el éxito esperado, como ya comentamos en su momento sobre la aventura con la que quería reiniciar desde cero la realidad de Peter Parker, la cual, por suerte, ni siquiera llegó a ver la luz.
Arranca el Spider-Man: Chapter One
Lo que tampoco acabó de convencer a la gente, aunque sí que se llegó a publicar, fue su idea de volver a contar el origen clásico del personaje desde una perspectiva moderna en una miniserie denominada Spider-Man: Chapter One (1998 – 1999), que pasamos a analizar a continuación.
Apenas se anunció el proyecto, muchos seguidores del personaje pusieron el grito en el cielo hasta el punto en que Ralph Macchio tuvo que tranquilizarlos, dejando claro que John Byrne se iba a limitar a actualizar el primer año de existencia del trepamuros, desde la historia Spider-Man! del Amazing Fantasy nº 15 hasta la aventura The End of Spider-Man!, publicada en The Amazing Spider-Man nº 18, todos ellos llevados a cabo por Stan Lee y Steve Ditko.
La idea de John Byrne era sacar a la luz la miniserie Spider-Man: Chapter One a lo largo de doce entregas, además de un número cero, que se dedicaría a contar el origen de algunos villanos y sería publicado a mitad de camino de la cabecera.
Aunque la revisión de Chapter One tenían un menor número de páginas que las clásicas de Stan Lee y Steve Ditko, lo que impedía una mayor profundización en las tramas, en Marvel quisieron apostar por el proyecto, por lo que las dos colecciones regulares con las que Spiderman contaba entonces se retrasaron unas semanas, para que no hicieran sombra al proyecto de John Byrne.
Aunque el editor pensaba que los fanes de toda la vida no deberían molestarse, el hecho de que el creador de Chapter One asegurase que iba a tomarse libertades hasta el punto de ignorar historias canónicas, no resultaba muy tranquilizador, sobre todo cuando Ralph Macchio confirmó que la obra de John Byrne se consideraba dentro de la continuidad.
Cambios en la continuidad
En las alteraciones llevadas a cabo en Chapter One se mezclaba lo anecdótico con lo sustancial: el tío Ben regalaba un ordenador a Peter, en lugar de un microscopio; los orígenes de Spiderman y el Doctor Octopus compartían un nexo de unión; el ladrón que robaba la casa de los Parker tenía una motivación muy distinta… Como era de esperar, las quejas de los lectores, en lugar de disminuir, aumentaban con cada bofetada a la continuidad, aunque John Byrne tenía una postura muy clara, tal y como declaró en el texto que acompañaba a la primera entrega:
Tengo una ventaja con respecto a los tipos que concibieron estas historias en primer lugar. Yo sé lo que va a pasar dentro de diez números, de veinte, de cincuenta y de cien.
John Byrne continuó en la misma línea mostrando a Mary Jane antes de tiempo, estableciendo lazos familiares entre Norman Osborn y el Hombre de Arena, cambiando el color del traje de Electro, situando al Camaleón a las órdenes del Doctor Muerte o ignorando a Los Forzadores.
El propio autor declaraba que hubiera preferido hacer una miniserie de solo cuatro números, para recrear un periodo de tiempo más corto, pese a que su poca extensión planteaba problemas a la hora de traer de regreso a alguno de los villanos ya aparecidos. Además, para asegurarse de que los lectores no se perdieran ningún número, cada entrega de Chapter One empezaba con un arco argumental, a mitad de número, que concluía a la mitad del siguiente. John Byrne seguía siendo un gran dibujante, aunque la premura con la que llevó a cabo el proyecto, además del hecho de que se entintara a sí mismo, se dejó notar.
Spider-Man: Chapter One como historia apócrifa
No obstante, Peter David se puso del lado de los lectores, tal y como demostró en su sección But I Digress del Buyer’s Guide, en la que se burlaba abiertamente del Chapter One y lo vapuleaba completamente. Pero, pese a todo, las ventas del proyecto fueron lo suficientemente rentables como para que Ralph Macchio le pidiera a John Byrne un Chapter Two, a lo que el artista se negó alegando que no quería pasar a la historia como “el tipo que interpreta a Stan Lee“.
Aunque, con el paso del tiempo, cada vez se hizo menos referencia a la miniserie de John Byrne, hasta el punto de considerarla apócrifa, sí que se llegaron a colar algunas, siendo la aparecida en The List, historia de Howard Mackie y el propio John Byrne publicada en The Amazing Spider-Man nº 9 (1999), la más descarada de todas.