Grandblue Fantasy Versus: Rising ha llegado a Steam, PS4 y PS5 y presenta unas credenciales interesantes tras triunfar en el mercado nipón. Está por ver la acogida que tendrá en Occidente, pero tras varias partidas y entrar de lleno en el modo historia, lo cierto es que estamos ante un juego de lucha cuidado, con personajes carismáticos y escenas espectaculares.
Grandblue Fantasy Versus: Rising luce de maravilla en todas las plataformas
Parece una obviedad decir que Grandblue Fantasy Versus: Rising luce de maravilla en todas las plataformas, pero es la realidad. Lo hemos podido probar en PS4, PS5 y PC. En PC exige un equipo de gama media como mínimo, pero la fluidez de los gráficos hace que valga la pena. En PS5 no explota la potencia de la consola, ni tampoco en PS4, pero ni falta que le hace. Los combates en alta definición son un espectáculo visual en cualquiera de las versiones citadas. Nos centraremos en la versión de PS4 que es a la que más caña le hemos podido dar.
Se trata de un juego en 2D, de Arc System Works, que ha dado el salto de dispositivos móviles a sus hermanos mayores. Basado en el universo de Granblue Fantasy, mantiene en el juego de lucha el mismo espíritu a un nivel gráfico que recuerda a Dragon Ball FighterZ. Pasa lo mismo con las escenas de combos o golpes especiales, que lucen espectaculares y frenéticos. Frenético es la palabra que mejor describe el juego, porque la intensidad de sus combates es lo que hace que quieras luchar una y otra vez.
Si visualmente ya es una garantía de éxito, su jugabilidad acompaña. Los controles son sencillos, pudiendo encadenar combos y golpes con facilidad. El periodo de aprendizaje es corto, y la diversidad de personajes hace que el juego tenga larga vida. Cada personaje tiene golpes diferenciales, por lo que no sentirás que estás ante un corta y pega como puede ocurrir en otros juegos del género. Ejecutar los golpes finales es una combinación de dos botones, y la espectacularidad de los efectos en pantalla bien vale acumular energía para ejecutarlos, como ocurre con el juego de nuestro querido Goku citado.
Personajes con carisma, auténticos y con un modo historia para descubrirlos
Otra de las virtudes de Grandblue Fantasy Versus: Rising son sus personajes, aunque quien escribe se ha enamorado locamente del juego y actitud de Fastiva. Tod@s ell@s están basados en el universo de Grandblue Fantasy, con lo que la estética anime está garantizada. Se puede cambiar el color de la ropa, las armas que utilizan, el pelo que lucen y personalizarlos de manera que en cada partida tengan una imagen distinta.
Pero donde realmente ganan es a la hora de hacer los diálogos. Antes de cualquier combate, discuten entre ell@s. No se trata de una conversación que se repite con cada uno, sino que según coincidan, el diálogo cambia. Obviamente hay rivalidades específicas que hacen que sean más entretenidos, y descubrirlas es parte de la aventura del juego. No es algo que no hayamos visto en otros juegos de lucha, pero añade dramatismo a los combates.
Los personajes están más equilibrados que en la versión de 2020, lo que hace que no haya un (o una) luchador (o luchadora) que vaya a garantizar la victoria aplastante sobre los demás, como si ocurría en la anterior versión. Los Ultimate Skills y los Raging Strikes se han revisado, con lo que el enlazar combos es ahora más fácil y podemos infringir mucho más daño a los rivales. Eso hace que los combates sean una búsqueda de enlazar golpes hasta acabar con el rival, lo que los hace muy divertidos.
Modos de juego para todos los gustos, pero lo bueno está en el online
Aunque tiene un modo historia y un modo arcade muy interesante, Grandblue Fantasy Versus: Rising tiene su fuerte (como muchos otros juegos del género) en el online. Las partidas contra otr@s jugadores y jugadoras es donde está el nivel competitivo necesario para echar horas y horas buscando el dominarlo. La gran cantidad de opciones online que hay hacen que sea uno de los mejores en este apartado. Desde la posibilidad de crear torneos privados a poder enfrentarse a cualquier jugador (a) del mundo en un modo versus muy exigente, dado que en tierras niponas el nivel es muy alto. Las palizas que nos hemos llevado cambiando el servidor han sido épicas.
La gran sorpresa es el modo Grand Bruise Legends/Batalla Granblue, que integra un juego dentro de otro juego. No se trata de un modo de lucha ni parecido al juego base, sino que son pruebas usando avatares “cuquis” de los personajes. Son mini juegos sencillos y adictivos, llenos de humor y donde su única intención es hacer pasarlo bien. Un añadido que hace que las opciones más casuales estén integradas a la perfección.
En resumen, Grandblue Fantasy Versus: Rising no es otro juego más de lucha. Es más conocido en Oriente que en Occidente, pero su llegada puede insuflar de vitalidad a un género dominado por juegos donde donde los controles son los protagonistas. Divertido, intenso y repleto de opciones. Su modo online es consistente y los combates dinámicos. No se le puede pedir más.