Dead X-Men #1 nos presenta un viaje alucinante a través del tiempo y el espacio con los X-Men en una Nueva York devastada por la guerra
En una espiral de aventura y desesperación, Dead X-Men #1 nos sumerge en una realidad tan oscura y desgarradora que incluso los héroes más valientes dudarían en enfrentarla. Este no es el Universo Marvel que conocemos y amamos, sino una distorsión grotesca y aterradora de lo que alguna vez fue un refugio para nuestros queridos mutantes.
Los demonios del nuevo mundo
Dead X-Men 1 abre el telón con un elenco inesperado, incluyendo a Dazzler, Jubilee, Frenzy, Prodigy y Bola de cañón, quienes atraviesan un portal en el tejido mismo del espacio y tiempo. Lo que descubren al otro lado es una Nueva York irreconocible, devastada por la guerra, un escenario que parece sacado de las peores pesadillas de cualquier fan.
La tragedia se despliega cuando estos héroes, en su búsqueda de respuestas, son brutalmente atacados por demonios. Estos seres infernales no son otros que los secuaces de Illyana Rasputin, también conocida como Magik. En este universo paralelo, Magik ha alcanzado un nivel de poder sin precedentes, autoproclamándose como la Señora de todos los Infiernos y gobernante absoluta de la Tierra.
Un motor de cambio
Este escalofriante giro de los acontecimientos se debe al “Motor Moira”, una tecnología desarrollada por Mister Sinister a partir de clones comatosos de Moira MacTaggert. Visto por primera vez en Immortal X-Men #1, este dispositivo explota la habilidad mutante de Moira para la auto-resurrección, permitiendo a Siniestro manipular el tiempo a su antojo.
Refugiándose de esta distopía se encuentra la Habitación Blanca y Caliente, un reino que sirve tanto como hogar de la Fuerza Fénix como un etéreo más allá. Aquí es donde residen ahora los X-Men “muertos”, junto con una porción de la cadena de islas Krakoa conocida como Tránsito o Atlántico Krakoa. Es un santuario para aquellos mutantes que perdieron la vida en el asalto de Orchis al último Gala Fuego Infernal, y en el inicio de la caída de X.
De aliada a señora de los infiernos
Illyana Rasputin, más conocida como Magik, es el corazón de esta nueva y sombría narrativa. Desde su introducción como la hermana menor de Coloso, Illyana siempre ha sido un personaje fascinante, pero en Dead X-Men #1, su transformación en la gobernante despiadada de un universo alternativo subraya una evolución dramática. Esta versión de Magik no solo muestra su capacidad para dominar los reinos infernales, sino que también pone en tela de juicio la naturaleza misma de los héroes y villanos en el vasto Universo Marvel.
Comparando este giro con sus apariciones anteriores, vemos una Illyana que ha pasado de ser una aliada clave de los X-Men a una amenaza formidable. Su dominio en este nuevo universo no solo presenta un desafío para los protagonistas de Dead X-Men, sino que también reconfigura el papel tradicional de los personajes en las historias de superhéroes. Este cambio radical proporciona una frescura narrativa y una profundidad psicológica que enriquecen la serie, atrayendo tanto a los fans de larga data como a los nuevos lectores.
El retorno a la esperanza
En un esfuerzo por corregir los errores del pasado y prevenir este futuro apocalíptico, los pocos héroes mutantes restantes del universo Marvel se han propuesto un objetivo desesperado: eliminar a Moira en su infancia, antes de que sus poderes mutantes emerjan. Este acto, tan controvertido como necesario, podría ser la clave para salvar no solo a los mutantes, sino a todo el universo tal y como lo conocemos.
Dead X-Men #1, escrito por Steve Foxe y con arte de Bernard Chang, Jonas Scharf y Vincenzo Carratù, y cubierta de Pere Pérez, marca un hito en la narrativa de Marvel. Este cómic no solo redefine lo que conocemos sobre los X-Men, sino que también nos desafía a enfrentar las realidades más oscuras y desesperadas que podrían existir. A la venta desde el 31 de enero, esta obra promete ser un viaje impactante para los fans y un recordatorio de que incluso en los universos más oscuros, la esperanza y el heroísmo aún pueden brillar.
