El juicio por plagio de Christopher Wozniak contra la película The Batman ha dejado ver algunos detalles de la película y la razón por la que se cambio el guión de Ben Affleck
En las profundidades de la industria cinematográfica, donde la creatividad choca con la ley, emergen historias que parecen sacadas de los mismos cómics que buscan llevar a la pantalla grande. Tal es el caso de The Batman, la película dirigida por Matt Reeves, que recientemente se encontró en el ojo del huracán debido a una demanda que alegaba plagio. Este conflicto no solo pone a prueba los límites de la inspiración y la originalidad sino que también revela por qué Reeves decidió no dirigir la versión de Ben Affleck de la icónica figura de Gotham.
Christopher Wozniak, un nombre conocido en los círculos de DC Comics durante los años 90, emergió como el protagonista de esta disputa legal. Acusando a Warner Bros. y a Matt Reeves de plagiar su historia “The Ultimate Riddle” (renombrada como “The Blind Man’s Hat”), Wozniak desató una batalla legal que capturó la atención de fans y críticos por igual. Esta obra, enviada a DC en repetidas ocasiones tras su creación en 1990 y presentada al productor de cine Michael Uslan en 2008 como potencial guion para The Batman, se convirtió en el centro de un debate sobre la originalidad en el cine de superhéroes.
La decisión judicial: Un giro inesperado
La corte, liderada por el juez Paul Engelmayer, dictaminó que no existía evidencia de plagio por parte de Warner Bros. y Reeves, subrayando la falta de pruebas concretas que vincularan la historia de Wozniak con The Batman. Además, Engelmayer señaló que el uso que Wozniak hizo de los personajes y elementos protegidos por el copyright de Batman constituía una violación flagrante de los derechos de autor de DC.
Lo verdaderamente revelador de este caso fueron los documentos judiciales que incluían una declaración de Matt Reeves. En enero de 2017, el director fue abordado para dirigir la versión de la película que Ben Affleck tenía en mente, pero Reeves tenía otros planes. Después de leer el guion preexistente de Chris Terrio y Ben Affleck, Reeves concluyó que esa historia no era la que él deseaba contar.
La visión de Reeves para The Batman
Un enfoque detective meticuloso en el mundo de Batman, que profundiza en la psique del héroe mientras revela aspectos personales inesperados, se convirtió en la propuesta con la que Matt Reeves conquistó a Warner Bros.. La promesa de una historia que tejiera el misterio y la introspección en el corazón mismo de Gotham cautivó al estudio, que rápidamente le otorgó a Reeves las riendas del proyecto. Esta decisión no solo marcó un antes y un después en la dirección creativa que tomaría The Batman sino que también reafirmó la importancia de ofrecer una visión fresca y profunda del icónico Caballero Oscuro.
La declaración de Reeves no solo nos ofrece una ventana a su proceso creativo, sino también a sus decisiones respecto a elementos icónicos del universo de Batman, incluyendo los gadgets que el héroe usaría. Este trasfondo nos muestra a un director comprometido con una visión original, buscando distanciarse de las propuestas anteriores y explorar nuevas facetas del caballero de la noche.
La película que nunca fue
El enfrentamiento entre Batman y Deathstroke, centrado en desmantelar meticulosamente la vida de Bruce Wayne, capa tras capa, permanece como un intrigante “qué hubiera pasado si” en la vasta y rica historia del cine de superhéroes. Esta versión habría sumergido a los fans en un emocionante juego de ajedrez entre dos titanes, explorando la vulnerabilidad y resistencia de Bruce Wayne frente a la adversidad, en una narrativa que prometía ser tanto emocional como físicamente intensa.
La resolución de esta demanda no solo aclara la situación legal en torno a The Batman sino que también destaca la complejidad de crear dentro de un universo tan amado y legalmente protegido como el de DC Comics. La historia detrás de la película nos enseña sobre la delgada línea entre inspiración y copia, y el respeto hacia la originalidad en el arte de contar historias.