Descubre cuando las fronteras de la inspiración se difuminaron en el cine con El Quinto Elemento y dos grandes creadores terminaron en disputas legales
En el vasto universo del cine, donde la originalidad es tanto un santuario como un campo de batalla, Luc Besson, el renombrado director de El Quinto Elemento, se encontró inmerso en una controversia que rozaba los límites de la creatividad y el plagio. Este enfrentamiento no era con un novato, sino con dos titanes del cómic, Alejandro Jodorowsky y Jean ‘Moebius’ Giraud, quienes afirmaban que Besson había extraído elementos clave de su obra maestra del cómic, El Incal, para moldear su película.
El Incal, un fenómeno en el mundo del cómic, surge de los escombros del proyecto fallido de Jodorowsky de adaptar Dune. Esta obra narra las peripecias de John Difool, un detective que accidentalmente se convierte en el guardián de un poderoso cristal, el Light Incal. Acompañado por un diverso grupo de aliados, Difool se ve lanzado a una aventura que desafía las realidades de su mundo. La narrativa y el arte visual del cómic no solo capturan la imaginación sino que plantean interrogantes filosóficos profundos a lo largo de su trama, características que le han valido un lugar de honor en la cultura pop.
La disputa de Besson con El Quinto Elemento
Besson, cuya filmografía incluye tanto éxitos resonantes como fracasos notorios, siempre ha buscado deslumbrar con narrativas audaces y estéticas vanguardistas. El Quinto Elemento no es la excepción, con su rico tapiz visual y un relato que entrelaza el destino de la humanidad con la enigmática Leeloo. Sin embargo, este filme se vio ensombrecido por acusaciones de que Besson había tomado “más de lo permitido” de El Incal. Aunque el caso fue desestimado, destacando que solo fragmentos menores de la obra habían sido utilizados, la controversia subraya las complejas interacciones entre inspiración y apropiación.
El legado de El Incal continúa evolucionando, con anuncios recientes sobre su adaptación a la gran pantalla por Taika Waititi, conocido por su habilidad para fusionar humor con temas serios. Mientras tanto, Besson no solo ha defendido su visión en los tribunales contra acusaciones de plagio, sino también en disputas publicitarias y más recientemente, aunque de naturaleza muy diferente, en casos de conducta personal.
La persistencia de El Quinto Elemento en la cultura popular
Disponible para streaming en plataformas como Hulu, El Quinto Elemento se mantiene como un pilar del cine de ciencia ficción, demostrando que, a pesar de las controversias, la obra de Besson ha calado hondo en el corazón de los fans. Esto plantea una reflexión inevitable sobre los límites de la inspiración artística y la delgada línea que a veces separa el homenaje de la infracción.
Este entramado de creatividad, conflicto y cultura continúa ofreciendo un fascinante caso de estudio sobre la interacción entre diferentes formas de arte y cómo estas pueden, en ocasiones, colisionar espectacularmente en el ámbito legal. En última instancia, tanto El Quinto Elemento como El Incal siguen siendo testamentos del poder de la imaginación y de la eterna búsqueda del ser humano por definir y redefinir la originalidad en el arte.
Además de El Quinto Elemento, Luc Besson ha explorado otros horizontes en el género de ciencia ficción, destacando particularmente con su ambiciosa producción, Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas. Basada en la serie de cómics francesa Valérian et Laureline, la película intenta capturar un universo vasto y colorido con criaturas y tecnologías que desafían la imaginación. A pesar de sus visualmente impresionantes escenarios y criaturas, la película no logró el mismo impacto crítico o comercial que El Quinto Elemento, enfrentándose a críticas por su guión y desarrollo de personajes.
Sin embargo, Besson continúa siendo una figura de culto en el género, conocido por su habilidad para entrelazar lo visualmente espectacular con narrativas complejas, aunque no siempre logre el equilibrio perfecto entre ambos elementos.
