¿Preparados para un nuevo enfoque del clásico de Mary Shelley? Descubre los detalles tras la culminación del proyecto más esperado de Guillermo del Toro
En una era donde las adaptaciones se multiplican, pocas noticias excitan tanto como el anuncio de Guillermo del Toro sobre la finalización del rodaje de su versión de Frankenstein para Netflix, un proyecto que lleva gestándose en la mente del cineasta desde hace medio siglo. Con la expectativa por las nubes, del Toro, sin revelar aún una imagen oficial del filme, ha confirmado que el último claquetazo ha resonado, marcando el fin de la fotografía principal de esta esperada adaptación.
Este proyecto no solo destaca por su director de renombre, sino también por un elenco estelar encabezado por Oscar Isaac, quien dará vida a Victor Frankenstein. A su lado, Jacob Elordi y Mia Goth completan el trío principal, con Goth en un papel que podría expandirse hasta convertirse en la icónica novia del monstruo, dependiendo de las decisiones creativas finales de del Toro, quien también es el guionista.
Una adaptación que promete fidelidad
Inicialmente, Andrew Garfield estaba destinado a encarnar al monstruo, pero conflictos de agenda le obligaron a abandonar, dejando su lugar a Elordi. La producción, rica en cambios y desafíos, refleja la complejidad de llevar a la pantalla una obra tan icónica como Frankenstein; no obstante, la inclusión de actores como Felix Kammerer y Lars Mikkelsen promete aportar frescura y profundidad al relato.
Publicada por primera vez en 1818, la obra de Mary Shelley ha conocido innumerables adaptaciones, aunque pocas han capturado la esencia y el espíritu originales del texto. Con Guillermo del Toro al mando, los aficionados pueden albergar la esperanza de que esta versión sea tan fiel como sea posible al material original, respetando desde la apariencia del criatura hasta los escenarios gélidos del Ártico donde se inicia y concluye la historia.
Un monstruo en el corazón de la humanidad
Más que una historia de terror, Frankenstein de Shelley es una profunda reflexión sobre la soledad, el rechazo y las consecuencias éticas de la ciencia desmedida. Victor Frankenstein, en su sed de conocimiento, crea a un ser que, repudiado por su aspecto, se convierte en un espejo de la crueldad humana. Este núcleo emocional es lo que del Toro promete explorar, profundizando en la psique de sus personajes y en las sombras de sus ambiciones.
Aún sin imágenes oficiales y solo con algunas fotos tenues compartidas en redes sociales, la expectativa global no hace más que crecer. La pregunta que ahora resuena entre los pasillos de Netflix y los corazones de los fans es: ¿estará esta adaptación a la altura del legado de Shelley? Solo el tiempo y la crítica dirán, pero una cosa es cierta: el mundo está ansioso por ver la visión de Guillermo del Toro sobre el eterno relato de Frankenstein.
Entre la genialidad y la obsesión
Victor Frankenstein, el protagonista de este eterno relato, representa la dualidad entre el genio y la locura, un tema que Guillermo del Toro explora con una profundidad única. En la película, Oscar Isaac encarna a este científico obsesionado con vencer a la muerte, una misión que lo lleva a desafiar los límites éticos de la ciencia. Su creación, a menudo malinterpretada en adaptaciones anteriores, busca en esta versión mostrar un reflejo más fiel del ser pensante y emocional que Mary Shelley imaginó.
A lo largo de la historia, Victor se ve enfrentado a las consecuencias de sus actos, un tema resonante en la obra original que del Toro promete abordar con el detalle y el cuidado que caracterizan su filmografía. La relación entre creador y criatura se convierte en el centro de una narrativa que explora la responsabilidad moral y las secuelas de la ambición desmedida, un enfoque que seguramente enriquecerá la tradición cinematográfica de Frankenstein.