En el episodio final de la primera temporada de “Daredevil: Born Again”, los directores Aaron Moorhead y Justin Benson nos entregan un desenlace que, más que cerrar la historia, parece el punto medio de una temporada más extensa, dejándonos con la sensación de que apenas estamos a mitad de camino en esta nueva aventura del Diablo de Hell’s Kitchen.
Daredevil: Born Again 1×09
El episodio comienza retomando un hilo crucial: mientras Wilson Fisk se ocupaba de asuntos en otras series como “Hawkeye” y “Echo”, era Vanessa quien manejaba los negocios criminales en Nueva York. Tal como Matt había conjeturado, el intento de asesinato contra Foggy no fue ordenado por Fisk, sino por su esposa, relacionándose todo con los turbios negocios del muelle de Red Hook.
Un punto a destacar es cómo los directores rellenan hábilmente los huecos narrativos entre series, explicando por qué tanto Fisk como Poindexter están en libertad, respetando meticulosamente la continuidad del MCU, algo que es muy de agradecer viendo el resto de productos.
Las ambiciones de los Fisk sobre este distrito se materializan sin sutilezas. Tras sobrevivir al atentado de Bullseye, Kingpin despliega su iniciativa “Calles seguras”, un ejército de compinches disfrazados de fuerzas del orden que cazan justicieros sin restricciones legales. La ironía resulta palpable: este grupo anti-vigilantes se fundamenta en el culto a uno de ellos. Durante las escenas del Consejo Municipal, observamos cómo los tentáculos de Fisk se extienden por el poder político, transformando Red Hook en su particular estado-ciudad.
Es imposible no recordar otra célebre serie al ver a este “Gandolfini” manipulando a funcionarios que se creen más astutos que él.
Matt versus Daredevil
Los detalles expresan más que las palabras. Cuando Matt pronuncia “Karen” como primera palabra al despertar, la expresión de Heather lo dice todo sobre el triángulo amoroso que se viene desarrollando. El lenguaje corporal y la disposición espacial de los personajes confirman estas tensiones no verbalizadas.
La banda sonora funciona como un narrador adicional. Los pasos de Kingpin en su despacho cuando está “convenciendo” a su consultora Sheila de los nuevos métodos, resuenan como tambores amenazantes. Por otro lado, temas como “Storm Cloud Rising” del Florida Mass Choir y “Everything In Its Right Place” de Radiohead anticipan los acontecimientos. La escena con “el tipo de la compañía eléctrica”, Buck en el hospital esperando un apagón y “Killing Me Softly With His Song” de fondo construye una atmósfera inquietante por el contraste entre la tensión de la acción y la tranquilidad (relativa) del tema musical.
Punisher + Daredevil. Por fin
El momento culminante llega con el esperado reencuentro entre Punisher y Daredevil, enfrentándose al Grupo de Trabajo de Kingpin que, irónicamente, idolatra a Castle de manera distorsionada (algo que también ocurre en la película “Joker”). La química entre Charlie Cox y Jon Bernthal eclipsa al resto del reparto. Que su primer intercambio sea un insulto (“capullo de campeonato”) refleja perfectamente la visión que los creadores tienen para esta obra, cruda y realista.
Sin embargo, la estrategia de Castle resulta cuestionable. ¿Por qué enfrentarse frontalmente a un ejército de “admiradores”? Los directores han explicado que Punisher no disfruta matando, sino que lo utiliza como válvula de escape para su dolor. Si sumamos su atracción no correspondida por Karen (quien evidentemente prefiere a Matt), quizás explique su ataque aparentemente suicida, aunque también cabe la posibilidad de que su plan fuera dejarse capturar para investigar desde dentro.
El episodio resuelve el misterio de la muerte de Ayala y culmina con la explosión de la casa de Matt, evocando claramente la trama “Born Again” de los cómics. Tras la intensidad previa, el final se torna sorprendentemente pausado.
La cena de los Fisk ante el famoso cuadro ensangrentado simboliza su descenso hacia un infierno personal, un infierno elegido. Para los héroes, la situación es precaria: Castle “prisionero” en el bando enemigo y Matt gravemente herido. Karen le advierte que enfrentarse a Fisk solo le dejará dos opciones: morir o matar. Matt decide entonces “reunir un ejército” y establece su base en el Bar de Josie, donde comenzó esta violenta saga con la muerte de Foggy.
Resulta casi cómico que este “ejército” consista en dos policías ordinarios, la dueña del bar y un cartero, lejos de la expectativa de ver a Luke Cage, Jessica Jones o Iron Fist unirse a la causa. Aunque quizás Matt se refería a otro tipo de aliados cuando mencionó esa palabra.
Daredevil: Born Again. Lo que nos espera la segunda temporada
A pesar de algunos detalles peculiares, como la ausencia del clásico efecto visual del sentido radar del protagonista (posiblemente por restricciones presupuestarias), el final resulta satisfactorio y sienta las bases para una prometedora segunda temporada. La incorporación de Moorhead y Benson como directores ha demostrado ser acertada, ofreciendo tres episodios notables que auguran un futuro sólido para la serie.
Este “Reinado del Diablo” apenas comienza. El Diablo de Hell’s Kitchen ha vuelto a casa, donde pertenece, y está listo para pelear.
