Con The Walking Dead el señor Robert Kirkman puso a los muertos vivientes de moda creando el mejor cómic de este tipo que se ha hecho nunca, y Planeta Cómic nos trae el primero de los ocho tomos en los que recoge la obra completa
Hay cómics que entretienen, otros que impactan, y unos pocos que te atrapan por completo y te cambian la forma de mirar un género. The Walking Dead, en su primer tomo recopilatorio editado por Planeta Cómic, es de esos pocos. Lejos del espectáculo pirotécnico al que nos acostumbró la serie televisiva de AMC (por momentos brillante, por momentos errática, y finalmente decepcionante, aunque siempre por encima de sus insípidos spin-offs), el cómic de Robert Kirkman nos agarra por el cuello desde la primera página y no nos suelta. Y no lo hace usando el terror como herramienta, lo cual sería lo esperable de un cómic de muertos vivientes, sino con emociones crudas, situaciones imposibles y preguntas difíciles.
El apocalipsis como excusa (y como espejo)
Kirkman deja claro desde el principio que su historia no va realmente de zombis. Los muertos vivientes están ahí, sí, pero no como protagonistas, sino como un asfixiante telón de fondo que sirve para contar una historia profundamente humana, despiadada y conmovedora. La voz narrativa de Kirkman es honesta, directa, sin adornos, y justamente por eso resuena. Su estilo es como una bofetada de realidad en un mundo que ha perdido el sentido.
Cada diálogo, cada decisión, cada dilema moral que enfrentan nuestro principal protagonista, el sheriff Rick Grimes, y los suyos nos obliga a mirar hacia dentro y preguntarnos qué haríamos nosotros en su lugar. En un comienzo que puede recordar al de la película 28 days later (estrenada el año anterior al inicio de la publicación de esta serie), se nos dan las claves de lo que será la historia: no sabemos porqué, pero una plaga zombie asola el planeta y los supervivientes a la primera oleada deberán unirse en pequeños grupos y formar nuevas sociedades en un mundo en el que las reglas que conocíamos han dejado de existir.
El arte: tensión en cada trazo
En este primer volumen encontramos en el apartado gráfico el trabajo de Tony Moore en los primeros números, y qué delicia. Moore tiene un trazo limpio, muy expresivo, que sabe equilibrar horror y emoción con un talento raro. Sus zombis son repulsivos pero creíbles, sus personajes respiran, sienten y sufren. Y a pesar de todo, viendo otras obras del artista da la impresión de que aquí todavía no estaba todo lo fino que llegaría a estar años después.
Después entra Charlie Adlard, que sería el dibujante principal de la serie durante casi toda su trayectoria, y aunque el cambio de estilo es evidente no desentona. De hecho hasta puede haber lectores despistados que ni siquiera lleguen a darse cuenta del cambio. Adlard aporta un trazo más sucio, más sombrío, perfecto para el tono que empieza a oscurecerse conforme avanza la historia. Lo que se pierde en detalle se gana en atmósfera. Entre ambos construyen una narrativa visual que complementa magistralmente el guion de Kirkman, plagada de sobriedad y contundencia.
Un mundo sin reglas, un cómic sin concesiones
The Walking Dead no tiene miedo de romper con lo esperado. Kirkman no protege a sus personajes ni los idealiza. Cada página huele a desesperación, a decisiones imposibles, a humanidad descompuesta. Y en medio de eso, lo que sorprende es que aún hay espacio para la esperanza, para el amor y para la familia, aunque siempre al borde de la desaparición.
Es ese contraste, esa tensión constante entre la brutalidad del mundo y la frágil calidez de los vínculos humanos, lo que hace de este cómic una obra que va mucho más allá del terror o la acción. Esto es narrativa emocional disfrazada de historia de zombis.
Si viste la serie y te gustó, el cómic te volará la cabeza. Si no la viste, mucho mejor, ya que este primer tomo es la puerta de entrada perfecta a un universo que no trata de muertos caminando, sino de vivos tambaleándose entre lo que fueron y lo que aún podrían ser.
Kirkman y compañía no vinieron a contarte una historia más. Vinieron a arrastrarte a ella. Una vez entras, ya no hay vuelta atrás. Y lo mejor aún está por llegar…
El primer tomo integral de esta serie publicado por Planeta Cómic se presenta en formato tapa dura sin sobrecubiertas. Contiene 624 páginas, con un tamaño de página de 16,8 x 25,7 cm, y presenta la traducción a cargo de Ignacio Bentz del volumen The Walking Dead Book 1, que incluye gran cantidad de material extra. El precio de venta recomendado es de 45 € y se puso a la venta en abril de 2025.
The walking dead 1
La exitosa colección de zombis creada por Robert Kirkman.
¿Cuántas horas al cabo del día pasas viendo la televisión?
¿Cuándo fue la última vez que cualquiera de nosotros de verdad hizo algo para conseguir lo que quería?
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que cualquiera de nosotros necesitó algo de lo que quería?
El mundo que conocíamos ya no existe.
El mundo del comercio y las necesidades superfluas ha sido reemplazado por un mundo de supervivencia y responsabilidad.
Una epidemia de proporciones apocalípticas ha barrido la Tierra haciendo que los muertos se levanten y se alimenten de los vivos.
En cuestión de meses la sociedad se ha desmoronado, sin gobierno, sin supermercados, sin correo, sin televisión por cable.
En un mundo gobernado por los muertos, por fin nos vemos obligados a empezar a vivir.
Edición integral con páginas inéditas a color, con la propuesta original de Robert Kirkman, bocetos y análisis de las portadas de cada capítulo.
Autores: Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard