Lobezno estrena garras infernales… pero podrían costarle su alma
Una versión demoniaca nunca antes vista
La historia se sitúa en 1944, en pleno campo de batalla de la Segunda Guerra Mundial. Allí, un grupo de élite liderado por Sgt. Nick Fury, con Peggy Carter, Bucky Barnes, Ghost Rider y el propio Lobezno , intenta detener a un villano nazi conocido como Hauptman Bruckner. ¿La sorpresa? Este Bruckner logra robar los poderes del Ghost Rider original… y todo el grupo termina tocado por ese fuego infernal.
Como si eso fuera poco, su piel se torna rojo sangre, sus dientes se afilan como los de un demonio hambriento, y sus ojos arden con fuego infernal. Es un Logan que mezcla lo salvaje del mutante con la furia ardiente del Motorista Fantasma.
¿Qué significa esto para el personaje?
Aunque este tipo de fusiones no son nuevas en Marvel —ya hemos visto versiones demoníacas de Lobezno en portadas alternativas o líneas temporales alternativas—, lo que ocurre en Hellhunters #5 es diferente. Aquí, la transformación tiene un peso narrativo real, y según los autores Phillip Kennedy Johnson y Adam Gorham, no solo afecta lo físico… sino también la mente de Logan.
Todo queda en familia
Esta evolución también podría estar relacionada con lo que ocurre actualmente en la línea principal de Marvel. Su hijo Daken, bajo el alias de Hellverine, ha demostrado ser una versión aún más letal que su padre, dominando perfectamente esta mezcla entre mutante y entidad infernal. ¿Será que Hellhunters busca preparar el terreno para un enfrentamiento entre ambos?
Y ojo, no solo Logan ha sido afectado. En este mismo número, Bucky Barnes también recibe una mejora sobrenatural en su brazo, robando parte del poder del Ghost Rider para combatir a los nazis demoníacos. Sí, el cómic no escatima en acción y momentos visualmente potentes.
Una fusión que enlaza perfectamente
A medida que se acerca el lanzamiento oficial el 30 de abril de 2025, los fans especulan si este nuevo look demoníaco tendrá repercusiones en las series actuales, o si se quedará como un recuerdo de guerra. Pero si algo está claro, es que Lobezno nunca volverá a ser el mismo.