Una nueva ronda de aranceles en EE. UU. amenaza con hacer más cara la consola actual de PlayStation
Los fans de PlayStation podrían llevarse otra sorpresa no muy agradable en el bolsillo. La PS5, que ya había incrementado su precio hace tiempo en varias regiones del mundo, podría volver a encarecerse próximamente. El motivo no está en un rediseño, mejoras técnicas ni una edición especial, sino en algo mucho menos glamuroso: los aranceles de importación en Estados Unidos.
Durante una reciente llamada con inversores, el director financiero de Sony, Lin Tao, fue claro: “Podríamos trasladar el coste de los aranceles al precio”. Esto significa que, si la situación continúa como está, el precio de la consola subiría de nuevo, y no solo en EE. UU., ya que este tipo de decisiones suelen tener efecto dominó en todo el mundo.
El precio de la PS5 podría volver a subir
¿Por qué ahora? La administración estadounidense ha reactivado aranceles sobre productos importados, especialmente desde China, donde se fabrican muchas consolas. Aunque de momento la tasa se ha reducido al 30% durante un plazo de 90 días, no hay garantía de que la medida se mantenga. Si se endurecen de nuevo, Sony tendrá que decidir entre absorber los costes o pasarlos directamente al usuario.
Y como ya imaginarás, lo más probable es que esa factura te la pasen a ti.
El propio presidente y CEO de Sony Group, Hiroki Totoki, añadió otro ingrediente al cóctel: “Si se fabrica o no en EE. UU., es algo que debemos considerar de cara al futuro”. Pero ojo, porque llevar la producción a Europa o América no es la panacea. Al contrario, eso implicaría costes aún mayores por el nivel salarial de estas regiones comparado con Asia, lo que también se traduciría en un precio más elevado.
La comunidad no se muestra precisamente sorprendida. En redes como Twitter, muchos usuarios ya daban por hecho este movimiento. Uno comentaba con ironía: “¿Qué esperaban? ¿Que Sony asumiera todo el coste mientras Xbox no tiene que hacerlo?”. Y es que Microsoft también fabrica sus consolas en China, a pesar de ser una empresa estadounidense. La realidad es que las dos grandes del gaming están atadas a las mismas cadenas de suministro.
No son buenos tiempos para las consolas
Y como si eso no fuera suficiente, Sony ya anticipa que venderá menos PS5 este año fiscal. Así lo han reconocido abiertamente, apuntando a varios factores: los aranceles, la inflación, el encarecimiento de la producción, la escasez de lanzamientos exclusivos potentes y una incertidumbre política global que hace difícil planificar a largo plazo.
El analista de videojuegos Dr. Serkan Toto lo resumió así: “No es fácil hacer negocios para un fabricante de consolas hoy en día”. Y no le falta razón.
Este contexto plantea muchas dudas sobre el futuro del hardware de sobremesa. ¿Hasta qué punto los consumidores están dispuestos a seguir pagando más por una consola? ¿Será este el empujón definitivo para que más gente se pase al juego en la nube o plataformas híbridas?
En el caso de Sony, su PS5 sigue liderando en exclusividades y goza de una buena base de jugadores, pero estos baches económicos podrían impactar no solo en las ventas de hardware, sino también en el desarrollo de nuevos juegos first-party, que requieren inversiones millonarias.
Y eso, afecta directamente a la calidad y cantidad de títulos que disfrutamos.
¿Y ahora qué? Toca esperar (y cruzar los dedos)
La buena noticia —si es que se le puede llamar así— es que el Gobierno de EE. UU. ha pausado temporalmente los aranceles más altos, lo que da un respiro de tres meses. Pero ese plazo es corto, y la incertidumbre política no ayuda demasiado.
Mientras tanto, lo mejor que podemos hacer es estar atentos a posibles anuncios de Sony, que, por ahora, no ha confirmado una subida definitiva de precio, pero tampoco la ha descartado, lo que en este tipo de contextos suele ser una forma elegante de preparar el terreno.
Así que si estás pensando en hacerte con una PS5 o renovar la tuya, puede que este sea el momento ideal… antes de que vuelva a subir.
