El crossover entre DC y Sonic convierte al erizo azul en el nuevo héroe del universo DC, con resultados tan épicos como inesperados
Sonic the hedgehog y La liga de la justicia
Silver da el primer paso, asumiendo el rol de Green Lantern. Con un anillo de poder en mano y un pedazo de escena recitando el juramento, se enfrenta y derrota a Sinestro. ¿La recompensa? Un caos esmeralda escondido en la batería amarilla del miedo.
Pero no es el único. Amy se transforma en una Wonder Woman imparable, combatiendo junto a Hawkgirl y Supergirl contra Gorilla Grodd. Knuckles se mete en el traje de Superman, dándole su merecido a Luthor, mientras que Shadow se convierte en un Batman brutal, dejando fuera de juego al Joker. Y, como no podía ser de otro modo, Sonic despliega todo su poder como un nuevo Flash, superando al mismísimo Reverse-Flash a velocidad supersónica.
Fan service a gusto de todos
¿El objetivo final? Reunir las siete esmeraldas del caos. Ya tienen seis, pero la última está atrapada en otra dimensión, probablemente junto al mundo perdido de Sonic… y a la Liga de la Justicia. Abrir ese portal implica arriesgarlo todo, incluso liberar de nuevo a Darkseid.
¿Qué haría Superman en su lugar? Esa es la pregunta que guía la decisión del equipo. Y la respuesta es clara: arriesgarlo todo por salvar a quienes antes lo dieron todo por ellos. Así que, tras una rápida votación, Team Sonic atraviesa el portal dimensional dispuesto a todo.
Un homenaje cargado de energía, acción y nostalgia
Además, es interesante ver cómo cada miembro del Team Sonic refleja, a su manera, a los héroes que reemplazan: Sonic comparte la impulsividad y el coraje de Flash, Tails tiene el cerebro de Cyborg, Amy el espíritu guerrero de Diana, y Knuckles la fuerza bruta de Superman. Pero sin perder nunca su esencia: siguen siendo ellos, solo que en un escenario más grande y peligroso.
¿Y qué pasa con la Liga de la Justicia original?
Este crossover está lejos de haber terminado, y todo indica que lo mejor está por venir. Si no lo estás leyendo ya, te estás perdiendo uno de los eventos más inesperadamente divertidos del año.