A diferencia de Deku, que necesitó a All Might y el poder de One For All para despegar, Mirio lo apostó todo a su fuerza de voluntad, su trabajo diario y su visión optimista incluso en los momentos más oscuros. Y eso lo ha llevado a lo más alto del ranking profesional de héroes. Una elección que tiene todo el sentido narrativo y que conecta con el corazón de la serie: ser héroe es algo más que tener poder.
Aunque muchos esperaban ver a Midoriya coronarse como nuevo símbolo de la paz, lo cierto es que su evolución sigue abierta. Estar en el cuarto puesto no es ninguna derrota. Al contrario: permite que su narrativa de superación siga adelante y nos deja con ganas de ver cómo se enfrenta al reto de superar a Mirio, no con otro Quirk, sino con la misma perseverancia que lo ha llevado hasta ahí.
¿Qué pasa con Deku, Shoto y Bakugo?
Shoto Todoroki ocupa el número 2, cumpliendo el legado de su padre sin repetir sus errores. Su combinación de talento natural y madurez emocional lo han convertido en un referente para la nueva generación. Mt. Lady, que siempre fue una heroína secundaria, ha sorprendido a todos con un ascenso meteórico gracias a su valentía y carisma en momentos clave. Por otro lado, Katsuki Bakugo, a pesar de su poder explosivo, ha sido superado tanto por Deku como por Mirio. Un recordatorio de que el talento sin dirección no garantiza el éxito.
Y eso es poderoso. Porque My Hero Academia siempre fue más que una historia de superhéroes: es una historia de segundas oportunidades, de héroes inesperados, y de que el verdadero poder no siempre se mide en quirks, sino en la capacidad de levantarse, seguir adelante y ser el faro que otros necesitan en la oscuridad.