Tina coescribió el guion junto a Erin Rudge, y ha contado con el respaldo de IFC Films, Shudder y Vanishing Angle, entre otros. Lo interesante aquí es que la película no solo homenajea a las criaturas creadas por George A. Romero, sino que las reinventa desde el prisma de una comunidad que, como dice la directora, “es colorida, fascinante, resistente y profundamente creativa”.
El título de “gran película zombi gay” no es casual. La producción agradece públicamente a Tom Cruise por haber permitido que Katy O’Brian se apartara un tiempo del rodaje de The Final Reckoning para sumarse a este proyecto tan personal. Un gesto que demuestra lo importante que ha sido para el equipo reunir al reparto ideal.
Palos de escoba, pelucas y supervivencia queer
La idea surgió de algo tan aparentemente mundano como un drama online entre promotores de fiestas queer en Nueva York. “Uno de ellos publicó un manifiesto preguntando: ¿Cuándo dejará la comunidad queer de devorarse a sí misma?”, explicó Romero. “Me cayó como un rayo. Supe que quería explorar el género zombi desde ahí”.
“Es muy diferente a lo que mi padre haría, pero usa su lenguaje y juega con sus reglas”, reconoce Tina. En lugar de centros comerciales y suburbios, aquí tenemos clubes nocturnos, pelucas volando y reinonas empuñando tacones como armas improvisadas. Un enfoque que promete tanto terror como sátira social.
El entorno queer de Queens of the Dead no es solo un escenario excéntrico: es el lugar perfecto para hablar de identidad, resistencia, exclusión y comunidad. Y hacerlo con humor, sangre y drama de pelucas arrancadas.