Junto a Parkinson, Pratt y Flynn, se suman Leo Earley como Seamus Finnigan, Alessia Leoni como Parvati Patil, Sienna Moosah como Lavender Brown, Bel Powley como Petunia Dursley, Daniel Rigby como Vernon Dursley, y Bertie Carvel como Cornelius Fudge. Todos ellos se unen al trío de protagonistas ya anunciado: Dominic McLaughlin como Harry, Arabella Stanton como Hermione, y Alastair Stout como Ron.
Además, ya se han confirmado varios profesores y figuras clave del universo mágico. Paapa Essiedu será Severus Snape, aportando una nueva intensidad al papel del pocionista más complejo de Hogwarts. John Lithgow interpretará a Albus Dumbledore, una elección que ha dividido a los fans por su contraste con los anteriores actores del personaje. Janet McTeer dará vida a Minerva McGonagall, mientras que Nick Frost será el entrañable Hagrid, en un giro inesperado pero prometedor. También veremos a Luke Thallon como Quirrell y Paul Whitehouse como Argus Filch.
Este enfoque permitirá que personajes como Draco Malfoy o Severus Snape no sean simplemente antagonistas planos, sino que podamos ver su evolución desde el principio, incluyendo detalles que solo los lectores conocían. La presencia de actores británicos consagrados y jóvenes talentos frescos también sugiere un equilibrio interesante entre experiencia y renovación.
La polémica no desaparece pero la magia sigue viva
La serie se encuentra actualmente en fases iniciales de producción, y aunque aún no hay una fecha de estreno oficial, todo apunta a que la espera será larga, pero mágica. Si cumplen con lo prometido, podríamos estar ante la adaptación definitiva de los libros de Harry Potter, con el tono, el ritmo y la profundidad que siempre merecieron.