El actor australiano, Julian McMahon, conocido por sus papeles en Los 4 Fantásticos, Nip/Tuck y Runaways, fallece a los 56 años tras una batalla privada contra el cáncer
El actor que redefinió al villano más temido de Marvel en el cine
“Julian amaba la vida, a su familia, a sus amigos, a su trabajo y a sus fans. Su mayor deseo era llevar alegría a la mayor cantidad de personas posible”, compartía Kelly en un comunicado lleno de emoción, donde también pedía respeto y privacidad para la familia en este momento tan delicado. El actor, según su esposa, falleció en Clearwater, Florida, el pasado 2 de julio.
Julian era mucho más que un villano de cómic. Hijo de Sir William McMahon, ex primer ministro de Australia, y de Lady Sonia, empezó en el mundo del modelaje, pero pronto dio el salto a la interpretación. Su talento le abrió las puertas en Home and Away, una de las telenovelas más míticas de Australia, y después dio el salto internacional.
De la telenovela al estrellato internacional
Antes de conquistar Hollywood, McMahon se curtió en la televisión australiana. Ya en Estados Unidos, su rostro se hizo familiar con papeles en series como Another World y Profiler. Pero fue en Nip/Tuck donde realmente explotó: su papel como el controvertido Dr. Christian Troy le valió incluso una nominación al Globo de Oro y un lugar privilegiado en la cultura pop de los 2000. Su magnetismo y ese aire canalla sedujeron a una legión de fans que lo siguieron durante años.
Reflexiones de un villano sobre su legado en Marvel
Hace solo unos meses, Julian McMahon compartía en entrevistas su entusiasmo por ver a Robert Downey Jr. tomar el relevo como Doctor Doom en el próximo proyecto del MCU. “Es Robert, ¿qué puedo decir? Es un tío con un talento brutal, su carrera lo dice todo. Me encanta ver su trabajo”, confesaba el actor, recordando con nostalgia aquellos rodajes en los que el género de superhéroes aún estaba buscando su lugar.
Un adiós que duele, pero un legado que sigue creciendo
En un momento donde el multiverso Marvel está más presente que nunca, seguro que muchos recordarán con cariño el legado de Julian McMahon y ese Doctor Doom que, sin grandes efectos digitales, consiguió meterse en el bolsillo a los espectadores.
Descanse en paz, Julian. Gracias por tanto.


