La gala de los Premios Eisner en la Comic-Con de San Diego coronó a lo mejor del cómic mundial, con grandes sorpresas, regresos y joyas inesperadas
Si pensabas que los Premios Eisner no podían sorprenderte a estas alturas, prepárate, porque la edición de 2025 ha traído reconocimientos emocionantes, victorias merecidas y un par de bombas inesperadas. Desde adaptaciones literarias que se convierten en cómics hasta autobiografías gráficas que te remueven el alma, esta gala ha sido un festival para los fans del noveno arte.
La gran ceremonia tuvo lugar en el Hilton Bayfront Hotel durante la Comic-Con de San Diego, y como cada año, sirvió para coronar a los nombres más destacados del cómic mundial. En una velada que celebró tanto a leyendas como a nuevos talentos, hubo espacio para el reconocimiento a toda una vida, a tiendas míticas y a obras que rompen moldes.
Premios Eisner 2025, todos los ganadores y grandes momentos
Uno de los grandes nombres propios de la noche fue Gene Luen Yang, quien se llevó el premio a Mejor novela gráfica nueva, Mejor publicación para adolescentes y Mejor guionista por su obra Lunar New Year Love Story, ilustrada por LeUyen Pham. Una historia que mezcla romance, identidad cultural y tradición con una sensibilidad única que ha conquistado al jurado.
Otra categoría que dio que hablar fue la de Mejor serie limitada, en la que Zatanna: Bring Down the House (DC) de Mariko Tamaki y Javier Rodríguez se impuso entre títulos potentes como Animal Pound de Tom King o Rare Flavours de Ram V. Tamaki demuestra, una vez más, que las historias de magia pueden ser tanto espectaculares como íntimas.
El reconocimiento a Mejor serie nueva fue para Absolute Wonder Woman de Kelly Thompson y Hayden Sherman, una versión audaz y rompedora del personaje, mientras que la sorprendente Santos Sisters se coronó como Mejor serie en curso, un cómic indie que ha sabido hacerse hueco a base de estilo propio y mucho descaro.
Y hablando de sorpresas, The Road, la adaptación gráfica de la devastadora novela de Cormac McCarthy realizada por Manu Larcenet, se llevó el galardón a Mejor adaptación desde otro medio, en una categoría que cada vez cobra más peso.
Además, Feeding Ghosts de Tessa Hulls se impuso como Mejor memorias gráficas, mientras que Suffrage Song, un repaso histórico al sufragio femenino y sus fantasmas, fue la Mejor obra basada en hechos reales. Ambas son pruebas de cómo el cómic se ha convertido en una herramienta poderosa para contar historias personales e históricas con una carga emocional brutal.
En el terreno internacional, Taiyo Matsumoto arrasó con Tokyo These Days, llevándose el premio a Mejor edición estadounidense de material asiático, mientras que The Jellyfish de Boum triunfó como Mejor edición de material internacional. El manga y la BD francófona siguen ganando terreno en el mercado estadounidense.
Tula Lotay, por su parte, fue reconocida como Mejor portadista por sus impresionantes cubiertas para títulos como Helen of Wyndhorn y Barnstormers, consolidando su estilo onírico y potente como uno de los más influyentes de la actualidad.
También hubo lugar para el homenaje y el legado. El Hall of Fame de este año incorporó a figuras como Junji Ito, Dan Clowes, John Romita Jr. y, a título póstumo, a leyendas como Shigeru Mizuki o Ira Schnapp. Y el Will Eisner Spirit of Comics Retailer Award fue para una tienda que nos toca de cerca: Akira Comics, en Madrid, por su labor como espacio de encuentro para lectores, artistas y comunidad.
El premio Russ Manning al nuevo talento fue para Richard Blake, mientras que Don Glut y Sheldon Mayer recibieron el Bill Finger Award por su trayectoria como escritores.
El cómic en su mejor momento
Los Eisner 2025 han confirmado algo que los lectores ya sabíamos: el cómic vive una época dorada de diversidad temática y estética. Desde las grandes editoriales como DC o Image, hasta joyas indies y publicaciones internacionales, este año ha sido un festín para quienes buscan calidad, innovación y emoción en viñetas.
Además, el auge de autores multidisciplinares como Charles Burns o Emil Ferris, y la consolidación de plataformas digitales y webcómics, están ampliando la forma en la que entendemos y consumimos cómics. Life After Life de Joshua Barkman, premiado como Mejor webcómic, es ejemplo perfecto de cómo el humor ácido y la melancolía se pueden leer en una pantalla… y quedar contigo para siempre.
