La gran sorpresa de esta nueva etapa no está solo en la geografía, sino en cómo el equipo ha apostado por una producción local de verdad. Según el productor ejecutivo Steve Squillante, más del 90% del equipo y localizaciones son españoles. “No es simplemente una serie americana grabada fuera; es un homenaje a la gente y a la historia de los lugares en los que rodamos”, apunta Squillante. Así que olvídate del típico producto estadounidense con acento forzado: aquí se respira y se siente España, desde los paisajes hasta el reparto.
La apuesta por España como escenario ha permitido a The Walking Dead: Daryl Dixon mostrar no solo el apocalipsis, sino también la riqueza y el contraste de paisajes y culturas. Para Squillante, “España tiene un lienzo maravilloso que mucha gente todavía no conoce. Un viaje en tren de solo tres horas puede llevarte de Madrid a Galicia, y es como cambiar de continente”. Esta versatilidad se traslada a la pantalla, haciendo que los fans se sorprendan con cada episodio.
Este salto internacional para The Walking Dead: Daryl Dixon marca un antes y un después en el género, dando visibilidad a España y mostrando a los fans del mundo entero que hay vida —y mucha historia— más allá de los escenarios típicos del apocalipsis zombi. Con cada episodio, la serie promete sorprender, emocionar y, por supuesto, aterrorizar de una manera nunca vista en la franquicia.