La guerra entre Palworld y Nintendo se vuelve oscura

Panini

Una demanda por patentes ha puesto en jaque la libertad de crear juegos inspirados en Pokémon… y nadie saldrá ganando

Lo que parecía una divertida provocación —“Pokémon con armas”— ha terminado convirtiéndose en un auténtico campo de batalla legal. Palworld, el inesperado fenómeno de Pocketpair, ha desatado la furia de Nintendo, y la demanda que enfrenta podría cambiar el futuro del desarrollo indie en todo el mundo. Y no, no es una exageración.

Porque en esta guerra no hay héroes: si Pocketpair gana, mal; si pierde, peor. Y los fans… ya hemos perdido.

Demanda Nintendo Palworld, el juicio que amenaza la libertad creativa

La cosa va más allá de copiar criaturas. Nintendo no ha denunciado por plagio visual, sino por supuesta infracción de patentes técnicas, centradas en mecánicas del juego. Lo más polémico: según varias fuentes, Nintendo modificó el lenguaje de una de sus patentes en pleno proceso legal, un movimiento que ha sido tachado de desesperado y poco ético.

El cambio se centra en una frase sobre cómo los personajes montan criaturas u objetos en movimiento. Una nimiedad para muchos, pero en el contexto de un juicio millonario, puede marcar la diferencia entre la vida y muerte de un estudio independiente.

Pocketpair, que nació en 2015 en Tokio, no tiene ni una décima parte de los recursos de Nintendo. Y aun así, está plantando cara. Eso ya dice mucho del miedo que ha provocado su éxito en Kyoto.

Si Nintendo gana, ¿se acabó la competencia para pokémon?

Aunque Palworld se basa en muchas fuentes —Zelda, ARK, Monster Hunter—, su similitud con Pokémon es evidente. Sin embargo, esa inspiración no debería ser castigada, sino celebrada. Porque los juegos buenos se hacen mejores cuando sienten la presión de un rival cerca.

Pero si Nintendo consigue su victoria judicial, lo que vendrá será un desierto creativo. Estudios como Crema, creadores de Temtem, podrían desistir de lanzar nuevas IPs por miedo a represalias. Y eso, a la larga, acabará afectando incluso a los gigantes como Pokémon, que ya lleva años ofreciendo entregas con sabor a refrito.

La innovación necesita competencia. Sin ella, no tendríamos joyas como InZOI o Paralives, que están obligando a The Sims a despertar. Lo mismo aplica a Pokémon: sin rivales como Palworld, se dormirá en los laureles.

Palworld

El impacto en los desarrolladores indie, el verdadero drama

Más allá del resultado del juicio, lo que está en juego es el mensaje que se lanza: si haces un juego que recuerde demasiado a una franquicia famosa, podrías arruinarte en tribunales. Esa idea ya flota en el aire. Y muchos estudios, que estaban a punto de dar el salto, podrían echarse atrás.

La demanda de Nintendo ha sembrado un precedente peligroso. Incluso si pierde, el daño a la moral de los creativos ya está hecho. En lugar de celebrar la competencia, parece que Nintendo ha optado por aplastarla.

Esto no solo pone en jaque a Palworld. Juegos como TUNIC o Genshin Impact podrían ser los siguientes en la lista negra si se extiende esta filosofía de litigio.

Los fans, los grandes perdedores de esta batalla

Los jugadores solo queremos una cosa: buenos juegos. No nos importa si el bicho que capturas se llama Bulbasaur o Flamepooch. Queremos experiencias nuevas, emocionantes, diferentes. Y eso es justo lo que este juicio está destruyendo.

Desde que se inició la demanda, Palworld vive con la soga al cuello. Y los jugadores lo notan. La comunidad ha lanzado peticiones y campañas para que Nintendo se retire del proceso, pero todo indica que seguirá adelante hasta las últimas consecuencias.

Palworld

El verdadero problema no es que Palworld se parezca a Pokémon. Es que Nintendo actúa como si fuera el único que puede crear algo así.

Palworld vs Pokémon, ¿la última vez que alguien lo intente?

Independientemente del resultado, la lección parece clara: nadie está a salvo si intenta competir contra un gigante. Y si Nintendo gana, su control sobre el mercado será aún más férreo. Ya no bastará con tener ideas nuevas: también tendrás que pagar por ellas… o abandonarlas.

La industria necesita juegos como Palworld, no por lo que copian, sino por lo que inspiran. Pero esta demanda puede frenar esa inspiración de golpe. Y eso sí que no tiene defensa legal posible.

¿Y tú qué opinas? ¿Está Nintendo protegiendo su legado o frenando la creatividad? ¿Es Palworld una copia descarada o una evolución necesaria? Pase lo que pase… el daño ya está hecho.

Comic Stores