El regreso del icónico asesino llegó por iniciativa del propio actor, que propuso reabrir una historia que parecía cerrada
Cuando creíamos que Dexter Morgan había dejado su último rastro de sangre en New Blood, Michael C. Hall se sacó de la manga una idea que lo cambiaría todo. ¿El resultado? Dexter: Resurrection, una secuela inesperada que ha arrancado en Paramount+ con los dos primeros episodios y que promete remover el avispero del crimen en cada entrega semanal. Pero lo más jugoso no es solo el regreso… sino quién tuvo la idea.
Michael C. Hall resucita a su criatura con una pregunta inquietante
En una charla reciente con The Guardian, Hall confesó que fue él quien lanzó la propuesta de resucitar al personaje, casi como quien no quiere la cosa: “La conversación empezó cuando dije, ‘¿Y si no murió?’”, reveló. Ese “¿y si…?” sirvió de chispa para que Showtime pusiera en marcha una continuación que nadie esperaba, pero que muchos deseaban en secreto.
No se atribuye todo el mérito, eso sí. Hall dejó claro que el desarrollo completo del proyecto fue cosa de un equipo, pero su sugerencia fue el detonante. El punto de partida fue imaginar que el final de New Blood —que aparentemente mostraba a su hijo Harrison matándolo— en realidad ofrecía una puerta de salida, no un punto final. “¿Y si ese final era una forma de liberar a Dexter de una carga que llevaba demasiado tiempo encima?”, reflexiona Hall, dándole un giro más psicológico y existencial al asunto.
Más que nostalgia, una familia creativa que sigue viva
Lo que terminó de convencer al actor no fue el dinero ni la fama, sino algo más íntimo: el paso del tiempo y el deseo de reencontrarse con su equipo. “El tiempo pasa, la perspectiva cambia, y te das cuenta de lo maravilloso que es colaborar con esta familia”, confesó Hall con cierta melancolía.
Además, cree que New Blood cerró un ciclo… para abrir otro. “Lo que parecía un final, en realidad colocó al personaje en un lugar emocional que no había ganado del todo antes”, explica. Es decir, Dexter tenía algo pendiente, y la televisión, como bien sabemos, rara vez deja a sus muertos descansar.
Hall también desveló el truco para justificar que su personaje siga con vida: “Bueno, ya sabes, no le dispararon en la cabeza”. Una frase que, aunque suene a broma, es todo lo que una serie como Dexter necesita para recuperar el pulso y volver a los cuchillos, las bolsas de plástico… y los dilemas morales.
El regreso de Dexter
El estreno de Dexter: Resurrection el 11 de julio con sus dos primeros episodios ya disponibles en Paramount+ con Showtime ha generado todo tipo de reacciones. La serie contará con diez capítulos en total, lanzándose uno cada semana. Con este ritmo, Showtime busca no solo enganchar a los antiguos fans, sino conquistar a una nueva generación que tal vez no vivió el auge de Dexter en su día.
Para quienes se pregunten si esto no es estirar el chicle, lo cierto es que el regreso tiene una lógica emocional y narrativa. No es solo resucitar a un asesino icónico, sino explorar qué pasa cuando alguien que ha fingido humanidad durante tanto tiempo se enfrenta por fin a la suya.
Y para Hall, volver a meterse en la piel de Dexter no es una repetición, sino una evolución. “No es el mismo Dexter, y eso es lo que lo hace interesante”, comentaba hace unas semanas en otra entrevista previa al estreno. “Ha cambiado, como todos cambiamos… aunque algunos lo hagan con más cadáveres en el maletero.”
Dexter, como personaje, siempre ha sido una figura ambigua: mitad monstruo, mitad justiciero. Su regreso trae consigo una oportunidad para repensar lo que significa la redención, el castigo y la herencia emocional. Porque Resurrection no solo se refiere a que está vivo… sino a que tal vez está listo para algo que nunca había intentado: vivir sin matar.
Aunque claro, conociéndolo, eso no durará demasiado.
