Metal Gear Solid Delta Snake Eater: ¿El remake que merecía la obra maestra de Kojima?

Metal Gear Solid Delta Snake Eater
Panini

Han pasado más de 20 años desde que Metal Gear Solid 3: Snake Eater nos dejó con la boca abierta en PlayStation 2. Ahora, Konami regresa a las selvas de la Guerra Fría con Metal Gear Solid Delta, un remake que promete actualizar uno de los mejores juegos de espionaje jamás creados. Pero surge la pregunta inevitable: ¿era necesario este remake y está a la altura del legado original? Gracias a Konami hemos podido probrarlo y os traemos nuestra experiencia (con un breve vídeo incluido).

Metal Gear Solid Delta Snake Eater: la fidelidad como filosofía de desarrollo

Lo primero que llama la atención de Metal Gear Solid Delta es su respeto absoluto por la obra original. Konami ha optado por una aproximación conservadora, manteniendo prácticamente intacta la experiencia de 2004. Esto significa que encontraremos la misma historia cautivadora, los mismos personajes memorables y las mismas mecánicas que convirtieron a Snake Eater en una obra de culto.

Metal Gear Solid Delta Snake Eater

La decisión de mantener los créditos originales de Hideo Kojima habla de un respeto hacia el creador que trasciende las diferencias empresariales. Cada diálogo, cada escena cinemática y cada objeto coleccionable permanecen en su lugar exacto, incluyendo las 64 ranas Kerotan que tanto nos hicieron sufrir en su momento.

Un lavado de cara espectacular con matices

El apartado visual es donde más ha trabajado el equipo de desarrollo de Metal Gear Solid Delta Snake Eater, utilizando Unreal Engine 5 para dar nueva vida a las selvas soviéticas. La mejora es innegable: los detalles que antes intuíamos ahora los apreciamos con claridad, desde el barro que se adhiere al traje de Snake hasta la frondosidad de la vegetación que nos sirve de cobertura.

Metal Gear Solid Delta Snake Eater

Sin embargo, esta modernización gráfica genera un debate interesante. El motor original tenía una personalidad especial que rendía homenaje al cine de espías de los años 70, una estética que se diluye en el realismo fotográfico actual. Aunque se han incluido varios filtros para recuperar parte de esa atmósfera, el resultado no es exactamente el mismo.

Los personajes, si bien lucen impresionantes, padecen cierto hieratismo facial y algunas animaciones se sienten artificiales, como si fueran elementos antiguos rodeados de tecnología moderna.

Jugabilidad modernizada sin perder la esencia

Uno de los cambios más sustanciales en Metal Gear Solid Delta Snake Eater llega con el nuevo sistema de cámaras y controles. Delta ofrece dos opciones: el “Estilo Legado” que mantiene la cámara aérea original, y el “Nuevo Estilo” con una perspectiva sobre el hombro más moderna.

Tras probar ambos sistemas extensivamente, el nuevo estilo se impone por comodidad y funcionalidad. La cámara libre facilita la exploración, mejora la precisión en los disparos y elimina los ángulos muertos que podían complicar la infiltración. Es una evolución natural que respeta la esencia del sigilo mientras lo hace más accesible.

Las mejoras en la calidad de vida son especialmente destacables:

  • Acceso rápido al camuflaje: Cambiar de uniforme ahora es instantáneo mediante el pad direccional
  • – Menús optimizados: Guardar partida y acceder a la radio es mucho más ágil
  • – Movilidad mejorada: Los controles se sienten más fluidos y responsivos

Mecánicas atemporales que siguen funcionando

El sistema de camuflaje de Metal Gear Solid era innovador en 2004 y sigue aportando profundidad táctica hoy en día. Adaptar nuestro equipo al terreno no es solo cosmético; influye directamente en las posibilidades de éxito de cada infiltración.

El sistema de supervivencia también mantiene su vigencia. Cazar animales, gestionar el hambre y curar heridas específicas según el daño recibido son mecánicas que precedieron a los juegos de supervivencia actuales y que aquí conservan todo su encanto.

Metal Gear Solid Delta Snake Eater

La inteligencia artificial: el punto débil más evidente

Si hay un aspecto que chirría en esta modernización en Metal Gear Solid Delta Snake Eater es la inteligencia artificial. Los enemigos mantienen patrones de comportamiento demasiado simples para los estándares actuales. Su incapacidad para coordinarse, adaptarse o presentar un desafío real rompe la inmersión con frecuencia.

Especialmente problemática resulta la IA de los compañeros, como Eva en las secuencias finales. Su tendencia a perderse, exponerse innecesariamente y complicar las situaciones de sigilo puede resultar exasperante.

Una narrativa que trasciende el tiempo

La historia de Snake Eater permanece intacta y sigue siendo una de las mejores del medio. El drama político de la Guerra Fría, las conspiraciones gubernamentales y, sobre todo, la compleja relación entre Snake y The Boss siguen impactando dos décadas después.

Los personajes mantienen su carisma: desde el enigmático Ocelot hasta la fascinante Eva, cada uno aporta capas de profundidad a una trama que combina acción, espionaje y reflexión sobre temas universales como el patriotismo, la traición y el sacrificio.

Metal Gear Solid Delta Snake Eater

Las batallas contra jefes conservan su originalidad, desde el épico duelo de francotiradores con The End hasta la inquietante metacapa de The Sorrow. Son enfrentamientos que siguen sintiéndose únicos en el panorama actual.

Los pequeños detalles que marcan la diferencia

Delta incluye varias sorpresas que demuestran el cariño puesto en el proyecto:

  • Guy Savage regresa: El minijuego onírico eliminado en reediciones posteriores vuelve completamente renovado
  • Nuevos coleccionables: Además de las ranas Kerotan, ahora podemos buscar 64 patos GAKO
  • Easter eggs actualizados: Apariciones especiales de Astro Bot y referencias modernas

¿Remake conservador o oportunidad perdida?

Metal Gear Solid Delta plantea un dilema interesante. Por un lado, el respeto absoluto por la obra original garantiza que no se traicione la visión de Kojima. Por otro, la falta de innovaciones más profundas puede decepcionar a quienes esperaban una reinterpretación más atrevida.

Metal Gear Solid Delta Snake Eater

Comparado con remakes como los de Resident Evil o Silent Hill 2, que se permitieron libertades creativas, Delta adopta una postura más conservadora. Esto es comprensible dada la naturaleza icónica de la obra y la ausencia del creador original, pero deja la sensación de que se han perdido oportunidades de enriquecer la experiencia.

Rendimiento técnico y opciones de juego

En PlayStation 5, el juego ofrece dos modos gráficos: Calidad y Rendimiento a 60fps. Como puedes imaginar, Calidad prioriza la fidelidad gráfica sobre la estabilidad de la velocidad de fotogramas, mientras que Rendimiento hace lo contrario.

La resolución dinámica de Calidad varía de 1080p a 1584p, mientras que Rendimiento varía de 720p a 1080p. Si eliges Calidad en lugar de Rendimiento obtendrás una imagen más robusta y detallada. Calidad se centra en 60 fotogramas por segundo, frente a los 30 fotogramas por segundo de Rendimiento.En cualquier caso, el apartado técnico y gráfico es muy sólido.

Por otra parte, la flexibilidad en las opciones es encomiable: poder cambiar entre estilos de cámara, filtros visuales y configuraciones de control en cualquier momento permite que cada jugador personalice su experiencia.

Veredicto final: Un homenaje respetuoso con luces y sombras

Metal Gear Solid Delta Snake Eater

Metal Gear Solid Delta: Snake Eater cumple su objetivo principal: acercar una obra maestra a las nuevas generaciones mientras satisface la nostalgia de los veteranos. La modernización visual es espectacular, las mejoras jugables son sensatas y el respeto por el material original es ejemplar.

Sin embargo, la falta de ambición en ciertos aspectos, especialmente la inteligencia artificial sin actualizar y la ausencia de novedades más sustanciales, impide que alcance la excelencia de otros remakes recientes.

Para quienes nunca jugaron Snake Eater, esta es sin duda la mejor versión disponible. Para los veteranos, ofrece la oportunidad de revivir una historia inolvidable con una presentación moderna, aunque con la sensación agridulce de lo que podría haber sido.

Metal Gear Solid Delta demuestra que algunas experiencias trascienden el tiempo. Aunque Kojima no esté presente, el espíritu de Snake Eater permanece intacto, y eso, por sí solo, ya es un logro considerable.

Mi experiencia con Metal Gear Solid Delta: Snake Eater

Casi todo resultará familiar para quienes hayáis jugado Snake Eater. La historia cautivadora permanece igual, narrada con idéntica mezcla entre melodrama y absurdo, manteniendo el trasfondo de ficción histórica ubicada durante la Guerra Fría. Se conserva intacto su gusto por extensas escenas cinemáticas saturadas de drama político, acompañadas de personajes exagerados y un estilo cinematográfico que posee toques de drama clásico de espionaje; al compararlo con el original, ambos sincronizarán perfectamente.

Las cajas de objetos mantienen su ubicación original, y continúan saliendo de los guardias al apuntarles con pistola o dejar caer sus cuerpos. Pese a la mejora tecnológica que otorga apariencia de nueva generación actual a todo, cada área conserva su distribución intacta; siguen estando divididas en secciones distintivas que breves pantallas de carga separan. Todo esto confirma que Delta presenta Snake Eater tal como permanece en la memoria.

Inicialmente, la actualización hacia Unreal Engine 5 me generaba dudas, y después de completar 12 horas de juego (incluyendo una partida completa no letal de sigilo), ocasionalmente persisten algunas incertidumbres. ¿Acaso el brillo que poseen los nuevos gráficos fotorrealistas disminuye la importancia del estilo original? No completamente. Aunque existen momentos donde su extravagancia no se manifiesta con igual seguridad en alta fidelidad. No obstante, eliminar estas características habría impedido seguir denominando Snake Eater a este juego.

Metal Gear Solid Delta Snake Eater

Generalmente, la compensación gráfica resulta valiosa, pues las selvas y cordilleras exhiben apariencia fantástica y proporcionan densidad a estas zonas contenidas que anteriormente no se percibía con tal intensidad. Durante sus cinemáticas de alto nivel, los gráficos renovados verdaderamente compensan.

Konami invirtió gran esfuerzo en conservar los toques clásicos de Snake Eater, proporcionando el ángulo de cámara “Estilo Legado”, que emplea la antigua vista aérea junto al esquema de control original. Aunque la nostalgia resulta apreciable, el “Nuevo Estilo” de vista constituye la forma óptima de jugar. Emplea un ángulo sobre el hombro que proporciona perspectiva moderna sin desvirtuar la forma de juego. También lo prefiero porque permite observar más de cerca los nuevos detalles de Delta cerca del suelo, y se ha tornado menos rígido y más adaptable mediante las nuevas opciones de accesibilidad. Inesperadamente, los filtros de color constituyeron la opción que mayor impacto me causó. Todo el juego lo jugué con el filtro Legacy y me resultó considerablemente superior al aspecto predeterminado, algo insulso.

Posiblemente lo que más disfruté de este remake fue que la acción de sigilo tradicional me resultó curiosamente refrescante. Cada sección se presenta como un puzle por resolver, donde guardias y terreno constituyen los obstáculos y el equipo limitado permite espacio para creatividad. Recordé cómo la reactividad constituye una característica definitoria de la serie Metal Gear: desde arrojar cargadores vacíos para distraer guardias hasta salir de escondites para realizar derribos a corta distancia.

El sistema de lesiones ha regresado, y aunque curar a Snake tras cada error puede resulta algo tedioso, mantener cuidado y abastecerse de suministros médicos constituye una acción importante. El sistema de hambre continúa siendo una alternativa interesante a los medidores de salud típicos de otros juegos, impulsándote hacia cazar o encontrar raciones para alimentar a Snake y permitir que su salud se recupere temporalmente (y evitar que su estómago suene excesivamente fuerte). Este tipo de mecánica resulta común actualmente, pero debemos recordar que Snake Eater precedió a los juegos de supervivencia actuales, y resulta positivo ver que estas mecánicas han envejecido adecuadamente.

Para terminar, aquí tenéis un breve vídeo de nuestro juego:


Puntuación: 8.5/10

Lo mejor:

  • Fidelidad absoluta al original
  • Mejoras visuales espectaculares
  • Controles modernizados que respetan la esencia
  • Narrativa atemporal que sigue impactando
  • Flexibilidad en las opciones de juego

Lo peor:

  • Inteligencia artificial anticuada
  • Pocas novedades más allá de lo visual
  • Algunas animaciones poco naturales
  • Se echa en falta más ambición creativa

Metal Gear Solid Delta: Snake Eater estará disponible para PlayStation5, XBox Series X, XBox Series S, PC y Steam a partir del 28 de agosto de 2025.

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