La posible vuelta de Evans plantea una pregunta inevitable: ¿qué significa para Anthony Mackie y su versión de Capitán América? Marvel ha construido cuidadosamente a Sam Wilson como sucesor del escudo, pero un regreso de Steve Rogers podría alterar la dinámica del grupo. Lo interesante es que ambos podrían coexistir, explorando temas de herencia, mentoría y relevos generacionales, algo que Marvel no ha explotado a fondo.
De hecho, la estrategia recuerda a lo ocurrido con Spider-Man: No Way Home, donde varios Peter Parker compartieron pantalla sin anularse entre ellos. Un escenario similar con dos Capitanes América podría emocionar a los fans y multiplicar el atractivo de la película.
Además, los X-Men clásicos regresan con Patrick Stewart, Ian McKellen, Alan Cumming, Rebecca Romijn y James Marsden, mientras que Channing Tatum debutará finalmente como Gambit. Un auténtico cruce de generaciones que confirma que Marvel va con todo para preparar la antesala de Secret Wars.
A diferencia de otros héroes de Marvel, Rogers ha tenido un arco narrativo cerrado de forma épica en Endgame, lo que hace que cualquier retorno se perciba como un evento único. Mientras que personajes como Thor o Iron Man han pasado por reinvenciones constantes, el Capitán América ha mantenido una coherencia que lo distingue. Esa consistencia narrativa explica por qué su posible vuelta sigue despertando tanta expectación.
Teniendo en cuenta que Marvel busca revitalizar su universo con caras familiares y grandes apuestas multiversales, no sería descabellado pensar que Steve Rogers vuelva a tener un papel recurrente, aunque no necesariamente protagónico.