La pregunta inevitable es: ¿qué justifica semejante gasto? Netflix parece querer asegurar que la transición entre Cavill y Hemsworth no resulte traumática para los seguidores. Tras la despedida del actor británico, que había conquistado a los fans con una interpretación muy fiel al Geralt literario, el reto es enorme. La plataforma está invirtiendo a lo grande en escenarios, efectos visuales y batallas para mantener la espectacularidad de la saga.
Este movimiento también responde a un patrón claro: series como Stranger Things ya marcaron el camino con capítulos que superaban los 30 millones de presupuesto. Ahora, The Witcher entra en esa liga exclusiva de producciones televisivas que parecen diseñadas con alma de superproducción cinematográfica.
El legado de Geralt de Rivia más allá de la pantalla
La interpretación de Henry Cavill dejó huella, pero ahora Netflix confía en que Liam Hemsworth aporte una nueva lectura del brujo, con matices distintos que mantengan vivo el mito. En este sentido, la serie sigue la tradición de personajes que han tenido varios intérpretes a lo largo de la historia audiovisual, como Batman o James Bond, demostrando que lo importante es la consistencia de la narrativa y no solo el actor que empuña la espada.
La cuarta temporada se estrena el 30 de octubre de 2025, y será entonces cuando descubramos si este presupuesto récord logra convencer tanto a quienes siguen fieles a la saga como a los que dudan de su rumbo. Si funciona, The Witcher no solo confirmará su lugar como la serie más cara de Netflix, sino también como un nuevo estándar para la televisión de fantasía.
La espada ya está desenvainada, y el destino de Geralt —y de Netflix— se decidirá en pantalla.