Hollow Knight: Silksong arrasa en Twitch y se convierte en el juego del momento

Panini

El regreso más esperado de los indies sorprende incluso a los gigantes del streaming

La espera de más de seis años ha terminado y Hollow Knight: Silksong no solo ha cumplido las expectativas, sino que ha roto esquemas en Twitch. Minutos después de su lanzamiento, el título de Team Cherry reunió a más de 360.000 espectadores simultáneos, superando a colosos como Dota 2 o GTA V. Un hito para un juego indie y, sobre todo, para uno single-player en 2D.

El fenómeno fue tan fuerte que tanto Steam como la eShop de Nintendo Switch sufrieron caídas al coincidir miles de jugadores intentando descargarlo al mismo tiempo. La falta de opción de pre-carga solo aumentó el caos inicial, pero también sirvió como termómetro de la fiebre que rodea a esta secuela.

Hollow Knight: Silksong

Más allá de los números, lo impresionante es cómo un Metroidvania en apariencia clásico ha conquistado a quienes normalmente pasan de los indies narrativos. La mezcla de acción, exploración y una ambientación oscura pero preciosa han colocado a Silksong en la cima del streaming, aunque muchos saben que será difícil mantener esa posición una vez que el furor inicial se calme.

Aun así, el logro es histórico: muy pocos juegos independientes consiguen arrebatar el trono a títulos multijugador de masas. La explicación está en la larga sombra del original, considerado por muchos como el mejor Metroidvania de todos los tiempos, y en el culto que se fue gestando durante estos años de espera.

El poder de la comunidad y la nostalgia

La comunidad llevaba tanto tiempo esperando que cualquier pista, tráiler o filtración se convertía en evento. Incluso streamers crearon rutinas diarias alrededor del meme “¿y Silksong pa’ cuándo?”. Por eso, el estreno fue casi catártico: un momento colectivo que unió a jugadores veteranos y curiosos que jamás habían tocado un Hollow Knight.

En paralelo, se vivió un fenómeno curioso: más de 12.000 personas siguieron en directo la última actualización de John Silksong, un creador de contenido que durante años alimentó el hype con noticias diarias sobre el juego. Ese directo se sintió como un cierre simbólico de una etapa, una celebración comunitaria tan esperada como el propio lanzamiento.

Silksong

Un Metroidvania en plena forma

El género Metroidvania no deja de renovarse, pero pocos alcanzan el equilibrio entre dificultad desafiante, exploración y narrativa ambiental que propone Team Cherry. Silksong mantiene ese ADN, pero introduce nuevas mecánicas que potencian la verticalidad, la agilidad y un estilo de combate más agresivo gracias a Hornet, la protagonista.

Esta evolución recuerda a cómo Castlevania: Symphony of the Night o Ori and the Blind Forest marcaron puntos de inflexión. Sin embargo, lo de Silksong va un paso más allá: demuestra que un indie puede competir cara a cara con superproducciones en impacto cultural y mediático.

Comparaciones con otros estrenos indie

Si miramos atrás, títulos como Undertale o Stardew Valley lograron consolidarse gracias al boca a boca y a comunidades apasionadas, pero ninguno debutó con tal fuerza en plataformas de streaming. Incluso Celeste, que arrasó en premios y crítica, nunca rozó cifras comparables.

Silksong

Silksong, en cambio, se ha beneficiado de años de hype acumulado y del prestigio ganado por su predecesor. Es un ejemplo perfecto de cómo la paciencia y la calidad construyen mitos en la industria del videojuego.

Lo que viene después del boom

La gran incógnita es si Silksong conseguirá mantenerse en la conversación durante meses o si será recordado como un fogonazo brillante. Lo cierto es que Team Cherry tiene ahora el reto de sostener la atención con futuras actualizaciones, posibles expansiones o incluso un modo extra que mantenga viva la experiencia.

Por ahora, la comunidad ya especula con secretos escondidos, posibles speedruns y mods que expandan su vida útil. La historia de Silksong apenas empieza, y todo apunta a que se convertirá en uno de los referentes de la década para los juegos independientes.

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