Gunn reconoció que la tarea no es sencilla: después de versiones tan potentes como las de Christian Bale, Ben Affleck y Robert Pattinson, reinventar al Caballero Oscuro es un reto enorme. Incluso deslizó que “una gran estrella” mostró interés en ponerse la capa, aunque todo apunta a que no será él el elegido. Ritchson, por ejemplo, admitió haberse reunido con el director pero se descartó por voluntad propia.
En paralelo, el cineasta confirmó que el guion de The Brave and the Boldsigue en desarrollo, aunque confía en que el trabajo del escritor contratado —cuyo nombre aún no se ha revelado— dará como resultado algo sólido. “El guion no está terminado, pero creo que es realmente bueno”, aseguró.
Los fans, sin embargo, no ocultan cierta frustración: han pasado tres años desde que se presentó el proyecto y todavía no hay guion final ni un rostro confirmado para el héroe. La prioridad actual del estudio sigue siendo The Batman Part II de Matt Reeves, lo que deja a The Brave and the Bold en un compás de espera que alimenta tanto la impaciencia como la expectación.
Además, la presencia de Damian Wayne como Robin cambia por completo las reglas del juego. No será el compañero juvenil e idealista al que estábamos acostumbrados, sino un heredero con sangre de asesinos y un carácter rebelde. Esta dinámica promete aportar frescura al universo cinematográfico de DC, ofreciendo una relación conflictiva entre padre e hijo que puede convertirse en el verdadero motor emocional de la historia.
La gran pregunta es si Gunn y Andy Muschietti, vinculado como director, lograrán un equilibrio entre lo clásico y lo renovador. Lo que está claro es que el proyecto tiene la difícil misión de presentar a un Batman creíble y a la vez distinto, capaz de convivir con un Damian Wayne lleno de carácter y violencia contenida.