Olvido culpable de Rafael Fonteriz, publicada por cARTEm Cómics, trae una increíble e interesante historia de un escritor de investigación en un pueblo que conoció mejores épocas, pero el misterio inherente en él llevará al protagonista a una aventura inenarrable
Olvido culpable es una novela gráfica que atraerá al lector por varios motivos, el autor de esta, Rafael Fonteriz, un referente del noveno arte nacional; un guion perfectamente hilvanado con una estructura definida y vibrante; un dibujo preciso y realista; y una presentación apaisada por la que ha optado cARTEm Cómics, que ensalza el aspecto gráfico de la obra.
Los adultos que desaparecen en España suelen hacerlo por motivos voluntarios, pero muchas veces en contextos de vulnerabilidad emocional, social o económica, con problemas de salud mental, rupturas personales importantes o uso de sustancias. Estas circunstancias elevan el riesgo de aparición en mal estado o de desenlace fatal.
Los motivos y factores de las desapariciones son varios, como los problemas psicosociales y emocionales, entre los que están un estado de ánimo triste o afligido o el abandono voluntario del tratamiento médico/psiquiátrico; circunstancias complicadas de vida; configuraciones situacionales; o/y desenlaces asociados al estado de aparición. Por ello, en 2018, se decidió crear en España el Centro Nacional de Personas Desaparecidas (CNDES).
El CNDES dependiente del Ministerio del Interior, es el órgano de gestión centralizada para la coordinación efectiva y permanente del sistema de personas desaparecidas empleado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Actúa, además, como punto de contacto, para el desarrollo de las medidas de cooperación con las Administraciones Públicas y otras instituciones y organizaciones públicas y privadas habilitadas, tanto nacionales como internacionales, incluyendo las organizaciones representativas del sector y los medios de comunicación, cuya participación resulta imprescindible para la eventual difusión, de avisos, alertas o peticiones de colaboración a la población.
La trama
La historia gira en torno a un protagonista, Daniel Ferrer, un escritor que llega a un pueblo prácticamente abandonado para intentar culminar una investigación para su próximo libro. En el decrépito pueblo no parece que haya nada de interés, pero los recuerdos enterrados en su subconsciente comienzan a salir, ya que el silencio del lugar no puede impedir que lo interno resurja.
Gracias a la colaboración de la empleada del hotel, Irene, Daniel podrá empezar a indagar las misteriosas desapariciones que se han producido en las inmediaciones, sin vínculos aparentes y sin la colaboración del puesto de la Guardia Civil del lugar, pero un expolicía, también interesado en las desapariciones comenzará a colaborar con él.
A partir de ese momento su interior y los hechos externos confluirán en Daniel, que buscará resolver el misterio a la vez que ve en su interior, por lo que se genera un escenario confuso y desgarrador, en lugar remoto y depauperado, que forjará el destino del escritor. Aquí tan importante es lo externo como el interior, porque lo que siente el protagonista será el camino que seguir en la investigación.
Rafael Fonteriz como autor integral
El valenciano Rafael Fonteriz es el autor del guion y de las viñetas en Olvido culpable, donde despliega su maestría y muestra todo su conocimiento sobre el medio. En España comenzó trabajando en fanzines y otros medios cercanos a su localidad, para pasar a trabajar en editoriales más grandes como La Cúpula y posteriormente a las editoriales norteamericanas como Marvel, empezando en la filial británica de esta.
Fonteriz también es muy recordado por su trabajo en la ingeniosa serie de superhéroes hispana Iberia Inc, que contaba con otros grandes autores como Rafael Marín y Carlos Pacheco, por lo que la presente obra mostrará al lector neófito en el trabajo del valenciano a un artista con mayúsculas.
Guion
El guion es un relato íntimo, introspectivo, con un ritmo pausado, con escenas contemplativas; diálogos mínimos o silentes; con foco en mostrar más que en decir, el ambiente, los vacíos, los espacios en blanco tienen importancia. El prólogo del principio no hace más que aumentar el interés del lector por saber qué es ese olvido que anuncia el título.
El olvido como motor narrativo significa traer a la luz algo que se está oscureciendo o desmoronando como el pueblo. Esto es lo que el protagonista trata de evitar y reflejar en ese libro que desea escribir, por lo que esa tensión interior es lo que mueve la narrativa, más que una trama con muchos giros. Es, en cierto modo, una historia cercana a un polar, como Over, también publicado por cARTEm Cómics.
Los diálogos de la novela gráfica son medidos perfectamente por el autor, no aparecen cargados de exposición innecesaria, sino que permiten dejar espacio al lector para que pueda captar las sensaciones, las atmósferas de los escenarios y los silencios como una parte esencial de la trama que protagoniza Daniel.
Daniel Ferrer, el protagonista, es un personaje con el que el lector empatizará desde las primeras páginas, al igual que la recepcionista del hotel donde se aloja, Irene, que sirve de contrapunto jovial al escritor. A medida que el autor nos presenta nuevos personajes como Germán o Juan, el misterio será una bruma que busca a que alguien la disipe y le dé una respuesta, incrementando el interés del lector por saber en qué se ha metido Daniel en ese recóndito pueblo.
El dibujo
El formato apaisado, en los extras se muestra la primera concepción en una disposición vertical, favorece la composición visual y hace mucho más intenso el guion, poque permite planos amplios en las diferentes viñetas, con un dibujo y una estética que acompaña el tono meditativo del relato.
La obra está completamente realizada en blanco y negro, salvo unas viñetas donde el cielo es lo que observa el protagonista y el lector, con un azul vívido y límpido que contrasta con el tono general de la obra, donde todo aparece con un tono ceniciento, lúgubre, como el pueblo que no tiene esa vitalidad que tuvo antaño.
Rafael Fonteriz aporta en Olvido culpable su estilo reconocible, que es claro y detallado, con un buen manejo del dibujo figurativo. En la novela gráfica sabe hacer un uso sublime de la luz, los tonos, el entorno, la arquitectura o la desolación del lugar para reflejar el estado emocional del protagonista, que funciona también como metáfora visual, proyectando lo interno en lo externo.
La edición
Olvido culpable ha sido publicado por cARTEm Cómics, en tapa dura, en formato horizontal con unas medidas de 16×23 cm y una extensión de 120 páginas, que cuenta con un prólogo escrito por El Torres, así como material extra donde se pueden observar los bocetos iniciales de la novela gráfica.
Un hombre se instala en un pueblo casi deshabitado para empezar de nuevo, pero lo que encuentra no es calma, sino el regreso de la memoria y de una culpa que nunca dejó atrás.
Cuando el silencio ya no protege
Un hombre llega a un pueblo casi vacío. Busca lo que muchos buscamos cuando todo se desmorona: empezar de nuevo.
Pero ese lugar, quieto y deshabitado, no ofrece consuelo. Solo devuelve el eco de aquello que quiso olvidar.
Olvido culpable es una historia de huida que, en realidad, es un regreso: a los recuerdos, a la culpa, a lo que nunca se cerró del todo.
Rafael Fonteriz construye un relato pausado, introspectivo y envolvente, donde lo importante no es lo que sucede afuera, sino lo que se agita dentro.
Una obra que se siente más que se cuenta
No hay persecuciones ni giros espectaculares. Lo que hay es un hombre al límite, una realidad que empieza a deshacerse y una memoria que duele más cuanto más se esconde.
Todo está narrado desde lo visual: planos abiertos, encuadres cinematográficos, silencios que lo dicen todo.
Cada viñeta invita a detenerse. A respirar. A mirar con atención.
Es un cómic que no se devora. Se recorre, como quien vuelve a casa sin saber si alguien abrirá la puerta.
Lo que hace especial a Olvido culpable
Un thriller psicológico con alma poética, que sustituye la acción por tensión emocional.
Narración simbólica y silenciosa, que apuesta por el poder de la imagen y la pausa.
Formato apaisado, inusual y poderoso: potencia los paisajes emocionales, el vacío, la distancia.
Un autor con oficio: Rafael Fonteriz pone aquí su experiencia al servicio de una historia íntima, madura y profundamente humana.
Una lectura que deja huella
Olvido culpable no busca respuestas fáciles. Tampoco redención.
Solo nos muestra —con belleza, con crudeza— lo que pasa cuando uno se atreve a parar y mirar hacia dentro.
Es una obra sobre la culpa. Pero también sobre lo frágil de la identidad, la necesidad de olvidar y la imposibilidad real de hacerlo por completo.
Para quién es este cómic
Para lectores que conectan con novelas gráficas introspectivas como Daytripper, Fun Home o El arte de volar.
Para quienes valoran la narrativa visual pausada, simbólica y emocional.
Para lectores de novela gráfica contemporánea, cómic de autor o thrillers psicológicos sin concesiones.
Perfecto para librerías con secciones de cómic literario, drama adulto u obras que invitan a releer.
