¿Quién no ha pisado alguna vez una pieza de Lego descalzo? Ese dolor universal podría tener pronto un protagonista más ecológico. La icónica marca de construcción Lego ha abierto las puertas de su showroom para mostrar cómo está transformando sus productos hacia un modelo más sostenible, sin perder ni un ápice de la diversión que caracteriza a sus emblemáticos ladrillos.
Del plástico tradicional a la caña de azúcar
El cambio más visible llega de la mano de las plantas botánicas y ramos de flores de la colección. Esas piezas flexibles que adornan los sets no son plástico cualquiera: provienen de caña de azúcar cultivada en Brasil. Pero la innovación no se queda ahí. Los neumáticos de los vehículos Lego ahora incorporan materiales reciclados procedentes de redes de pesca y aceite de motor recuperado.
La compañía trabaja con el llamado “balance de masa”, un enfoque que combina materias primas vírgenes, fósiles y renovables para fabricar sus productos. Los ejes que conectan las ruedas, especialmente en las líneas técnicas, están hechos con un plástico más sostenible llamado Epon. Incluso las piezas transparentes —ventanas, puertas y elementos decorativos— proceden ahora de encimeras de mármol artificial.
Adiós al plástico de un solo uso
Las tradicionales bolsas de plástico que guardaban las piezas están dejando paso progresivamente al papel. Eso sí, no cualquier papel: debe provenir de bosques certificados y maderas controladas. El cambio no puede hacerse de golpe porque el papel necesita soportar condiciones de humedad y clima distintas al plástico, pero la meta está clara. Aunque estas bolsas de papel no provienen de materiales reciclados, sí son completamente reciclables.
La ambición de Lego no es modesta: para 2032, todos sus productos deberán estar fabricados con materiales reciclados y sostenibles. Un objetivo a una década vista que marca la hoja de ruta de la compañía.
Navidad, viajes y nostalgia en formato de ladrillo
Más allá de la sostenibilidad, el recorrido por el showroom revela la amplitud del universo Lego. La sección navideña combina sets para construir en familia —desde decoraciones para el árbol hasta la oficina de Papá Noel— con calendarios de adviento temáticos de Friends, City, Star Wars, Minecraft, Disney y Harry Potter.
La sala de viajes transporta a cualquier rincón del planeta sin salir de casa: postales de Nueva York, Londres, Japón o Roma; recreaciones de momentos emblemáticos de la cultura pop con la línea Icons; obras maestras como los girasoles de Van Gogh en la colección Lego Art; y los populares sets 3 en 1 de Creator que permiten montar tres animales diferentes con las mismas piezas. Un caballo se transforma en oso y ciervo, los papagayos en pingüinos y orcas, y así sucesivamente.
Botánica que no necesita riego
La línea Lego Botanical está triunfando precisamente por eso: no hay que regarla, no requiere cuidados y hace que cualquier espacio luzca espectacular. Desde el bonsái arce rojo japonés hasta ramos de rosas, hibiscos, orquídeas o el bambú de la colección Flavia, las opciones son abundantes. Algunas vienen con su propio tiesto incluido para no tener que buscar uno por separado. ¡Ahora por fin tendrás una Flor de Pascua que dure todas las Navidades!
De los más pequeños a los coleccionistas
El recorrido continúa con las líneas infantiles: Ninjago celebrará 15 años en 2025 y presenta modelos de coleccionista como barcos con velas móviles y dragones articulados. City recrea la vida cotidiana con camiones de bomberos y submarinos, mientras Friends apuesta por casas del árbol y refugios de animales que siempre hacen las delicias de los más pequeños.
La gama preescolar comienza con Duplo, cuyos ladrillos son ocho veces más grandes que los normales para manos pequeñas a partir de año y medio. Clasificadores de formas, trenes con ladrillos de acción que activan sonidos al pasar por encima, y versiones simplificadas de personajes populares como los de la casa de Gabby o la familia de Bluey.
Garaje de ensueño y cultura pop
Los amantes del motor tienen su paraíso particular. Speed Champions ofrece réplicas coleccionables de todos los monoplazas de Fórmula 1 de 2024, con minifiguras de pilotos y detalles como ruedas delanteras más finas que las traseras, igual que los coches reales. Lego Technic sube el nivel con el Aston Martin y el Ferrari con puertas de mariposa, motores W16 con pistones móviles, o el Lamborghini Revuelto teledirigido mediante una app del móvil.
(Dato curioso: ¿Sabías que Lego es el mayor productor de neumáticos del mundo?. No de neumáticos reales, claro, sino de estas pequeñas piezas de goma)
La zona de entretenimiento reúne franquicias de cine, series y videojuegos: Star Wars con logos tridimensionales que esconden escenas míticas, Harry Potter con el andén 9 y 3/4, Marvel con batallas de Spiderman, Jurassic World, Batman, El Señor de los Anillos, One Piece…
Y para los nostálgicos del gaming, la joya de la corona: una Game Boy clásica a escala casi perfecta (solo 6 mm de diferencia con la original), con sonidos de encendido y apagado, cartucho expulsable y dos juegos incluidos —Super Mario Land y The Legend of Zelda— cuyas pantallas se pueden intercambiar. Los fans más ingeniosos ya la han modificado para hacerla jugable de verdad.
Construir jugando, aprender disfrutando
El recorrido termina en una zona dedicada a que los visitantes construyan sus propios modelos con instrucciones. Porque al final, de eso se trata: de que pequeños y mayores compartan momentos mientras encajan piezas de colores, ahora con la tranquilidad de saber que esos ladrillos son cada vez más respetuosos con el planeta.
El dolor de pisar un Lego descalzo seguirá siendo el mismo, pero al menos será un dolor más sostenible.


