Los hermanos Muschietti prometen un inicio sangriento para la precuela de It, ambientada en plena Guerra Fría
Cuando Andy y Barbara Muschietti rodaron la primera escena de Welcome to Derry, sabían que estaban creando algo tan grotesco y gráfico que, en sus propias palabras, “pensamos que jamás nos dejarían emitir esto”. Pero contra todo pronóstico, HBO no solo lo aprobó, sino que apoyó plenamente la decisión creativa de los responsables de It y It: Capítulo 2.
La nueva serie de terror del universo It se sitúa en 1962, mucho antes de los sucesos que vivieron los miembros del Club de los Perdedores. Este spin-off de la exitosa saga basada en la novela de Stephen King se centra en los antepasados de Mike Hanlon, explorando los primeros brotes del mal en la maldita ciudad de Derry.
Bienvenidos a Derry
“Nos gusta comenzar con una pequeña patada en los… bueno, ya sabes”, bromeó Andy Muschietti durante una mesa redonda en la New York Comic Con, explicando que querían que el público entendiera desde el primer minuto que “nadie está a salvo en este mundo”. La escena inicial, asegura, es solo el primer aviso de un viaje brutal, sin respiro, que culminará en un final aún más perturbador.
Su hermana y productora, Barbara Muschietti, confesó entre risas que durante el rodaje pensó que los censores “sacarían las tijeras en todas partes”. Y es que el comienzo de la serie no deja espacio para la imaginación: “Es muy gráfico, con planos frontales de un parto y mucha sangre”, explica Andy.
A pesar de su brutalidad, HBO confió plenamente en el dúo argentino. “Tuvimos el apoyo total de la cadena en todo lo relacionado con el horror corporal y visual”, señaló Barbara. “Nos sentimos muy afortunados.”
El terror nace
El arranque de Welcome to Derry funciona como una metáfora escalofriante: el nacimiento del mal. Sin revelar demasiado, los Muschietti confirmaron que ese primer episodio muestra cómo la oscuridad encuentra una forma física, estableciendo el tono del resto de la temporada.
El guionista y showrunner Jason Fuchs explicó que escribió esa secuencia con una intención muy clara: “Quería dar pesadillas al público desde el minuto uno”. Fuchs, que comparte la dirección creativa con Brad Caleb Kane, añadió que la escena “simboliza el nacimiento de una nueva generación de terror”, conectando con los miedos de la época, especialmente el temor a la guerra nuclear y la radiación durante la Guerra Fría.
Kane complementó esa idea asegurando que Welcome to Derry retrata “la superficie brillante del sueño americano” para después mostrar “la podredumbre que se esconde debajo”. Una metáfora directa del mal que habita en Derry y que Pennywise, el payaso asesino, representa a la perfección.
Pennywise vuelve a casa
Bill Skarsgård regresa para meterse de nuevo en la piel del payaso más aterrador de la historia del cine moderno. Pero esta vez, el contexto es distinto: Welcome to Derry muestra cómo el mal comenzó a tomar forma mucho antes de los eventos conocidos en It.
El reparto también incluye a Jovan Adepo como Leroy Hanlon, Taylour Paige como Charlotte Hanlon, y Chris Chalk como Dick Hallorann, el mismo personaje que aparecía en El resplandor. En una de las escenas mostradas a puerta cerrada en la NYCC, Hallorann usa su don del “resplandor” para enfrentarse cara a cara con Pennywise en un momento que, según los asistentes, heló la sangre en el auditorio.

Un viaje a los orígenes del miedo
Con su estética sesentera y su atmósfera opresiva, la serie promete profundizar en la historia maldita de Derry: un lugar donde cada sonrisa esconde un secreto, cada calle tiene su eco de tragedia y el mal nunca muere, solo cambia de forma.
El propio Andy Muschietti lo resume así: “Queríamos que la serie explorara el origen del terror, no solo del personaje, sino del propio concepto del miedo colectivo”. Esa ambición visual y temática hace que Welcome to Derry no sea solo una precuela, sino una reinterpretación del universo de Stephen King desde sus raíces más oscuras.
Estreno en HBO Max
Welcome to Derry llegará a HBO Max el 26 de octubre, justo a tiempo para Halloween, con una primera temporada que, según sus creadores, no dejará a nadie indiferente. Si el arranque ya ha hecho temblar a los propios directores, no queremos imaginar lo que sentirán los espectadores cuando vuelvan a mirar ese globo rojo flotando en una alcantarilla.


