El detalle escalofriante es que el lugar no solo guarda los ecos del primer asesino, sino también un nuevo monstruo enmascarado, que acechará a los huéspedes antes de prender fuego a la casa. Si esto se confirma, la película no solo retomará la ambientación clásica de Woodsboro, sino que además la destruirá simbólicamente en llamas, abriendo un nuevo capítulo para la saga.
¿Significa esto que los muertos regresan? ¿O que el universo de Scream va a introducir elementos sobrenaturales por primera vez? Todo apunta a algo más siniestro y contemporáneo: la inteligencia artificial.
Una vuelta de tuerca al Slasher
Un rumor anterior sugiere que los viejos Ghostfaces y otros personajes volverán mediante tecnología de IA y deepfake, utilizada por el nuevo asesino para manipular a Sidney y hacerle creer que sus enemigos han resucitado. Una idea que, además de actualizar el terror al siglo XXI, abre la puerta a reflexionar sobre la identidad, la memoria y el miedo digital.
El rodaje, según trascendió, se trasladará después de Woodsboro a Pine Grove, lo que podría indicar una nueva cacería fuera del escenario original.
Si algo ha demostrado Scream desde 1996 es su capacidad para reinventarse sin perder su esencia. La mezcla de humor negro, crítica a los clichés del género y asesinatos ingeniosos ha mantenido viva a la franquicia durante casi tres décadas. Y aunque algunos puristas podrían temer que el uso de IA diluya su identidad, otros creen que es el siguiente paso lógico para una saga que siempre ha parodiado las modas del cine de terror.