Entre los Autobots encontramos a Optimus Prime, Rodimus Prime, Scamper, Hound, Mirage, Prowl, Swerve y Gears; mientras que el lado oscuro está representado por Megatron, Dragstrip, Runabout y Swindle. Cada figura combina detalles realistas con el toque superdeformed característico de la marca, logrando un equilibrio perfecto entre homenaje y ternura mecánica.
Mezclas entre diseños
Los fans más atentos notarán que Rodimus Prime mantiene su nombre de los cómics, aunque su aspecto se asemeje más a Hot Rod, el joven héroe impulsivo de la saga original. Este tipo de guiños demuestra que Blokees ha querido contentar tanto a los fans clásicos como a los seguidores de las versiones modernas del universo Transformers.
Además, cada vehículo incluye un pequeño piloto, un detalle curioso que diferencia a esta colección de otras líneas de juguetes similares.
Las cifras para hacerse con estas rarezas son, literalmente, de otro planeta: las versiones Titanium tienen una probabilidad de 1 entre 144 cajas, mientras que las ediciones Holograma y Radiante suben hasta 5 entre 144. Vamos, que conseguir una será casi como ganar la lotería de Cybertron.
El legado de Optimus sobrevive más allá de su forma robótica
Por otro lado, la inclusión de Rodimus Prime como contraparte juvenil refuerza esa dualidad entre experiencia y rebeldía que siempre ha caracterizado a la saga. Ambos personajes condensan lo que hace única a Transformers: la eterna lucha entre valentía, destino y transformación interior, incluso cuando las ruedas reemplazan a los engranajes.
El encanto de estas figuras no reside solo en su acabado detallado, sino también en su fusión entre nostalgia y modernidad. Blokees ha logrado capturar la esencia de los “robots disfrazados” en su forma más pura: esa sensación de verlos transformarse sin necesidad de mover una sola pieza.
Y aunque no se transformen, una cosa está clara: estos nuevos Blokees Wheels son puro espíritu Cybertroniano.