Algunos actores de películas de ciencia ficción pasan horas en la sala de maquillaje, pero el resultado en pantalla es espectacular
Cuando el director Terry Gilliam le ofreció a Katherine Helmond el papel de Ida Lowry en su película de 1985, Brazil, le dijo: “No vas a salir muy guapa en ella”. Gilliam eligió a Helmond para el papel porque tenía una amplia experiencia trabajando en comedias de televisión, y el director sabía que podía captar el tono satírico único que él buscaba. Brazil es más que un misterio distópico estándar. Es una exploración absurda y a la vez aterradora de la naturaleza corruptora de la codicia corporativa y de la excesiva dependencia de la tecnología.
Helmond interpreta a la madre del personaje de Jonathan Pryce, Sam. Mientras que Sam ha empezado a cuestionar su papel en la sociedad, Ida se regodea en sus indulgencias. Durante uno de los momentos más incómodos de la película, Ida se somete a una extensa cirugía plástica que le alarga la cara. Aunque se trata de una exageración absurda de las prácticas de rejuvenecimiento, la escena parece auténtica gracias a los excelentes efectos de maquillaje aplicados por la esposa de Gilliam, Maggie. Helmond tuvo que someterse a diez horas de preparación para colocar el maquillaje.
