El cineasta justifica la decisión de tirar a la basura un guion preliminar de Avatar 2 porque no cumplía los tres requisitos que él necesitaba para la secuela
Después de escribir, dirigir y producir dos de los mayores éxitos mundiales de los últimos 25 años con Titanic y Avatar, el oscarizado director James Cameron no duda en imponer sus decisiones creativas en sus películas actuales y futuras. Por ello, no debería sorprender a nadie que Cameron se saliera con la suya a la hora de elaborar su historia para la esperada Avatar 2 (subtitulada El sentido del agua), aunque el cineasta haya tardado bastante más tiempo en conseguirlo.
La primera película de la franquicia se estrenó en 2009, y se convirtió en un monstruo de la taquilla con más de 2.800 millones de dólares en ventas de entradas en todo el mundo frente a un presupuesto de 245 millones de dólares tras su recorrido inicial en los cines y sus posteriores reestrenos. La cifra actual está destinada a aumentar con el reestreno especial de Avatar en los cines este fin de semana, una medida sin duda planeada para entusiasmar a los fans de la película con el estreno de la secuela en diciembre.
Como sugiere el título de la película, Avatar: El sentido del agua llevará la acción de la superficie al medio acuático, y Cameron tomó medidas inusualmente extremas para asegurarse de que la narrativa de la secuela estuviera a la altura de la historia de la película de 2009. Llegó incluso a tirar a la basura un guión después de todo un año de trabajo, según confesó el cineasta a The Times U.K.
“Cuando me senté con mis guionistas para empezar ‘Avatar 2’, les dije que no podíamos hacer la siguiente hasta que no entendiéramos por qué la primera lo hizo tan bien”, dijo Cameron. “Tenemos que descifrar el código de qué demonios pasó”.
“Todas las películas funcionan en diferentes niveles. El primero es el superficial, que es el del personaje, el problema y la resolución. El segundo es el temático. ¿Qué intenta decir la película? Pero Avatar también funciona en un tercer nivel, el subconsciente. Escribí un guion completo para la secuela, lo leí y me di cuenta de que no llegaba al tercer nivel. Boom. Vuelta a empezar. Eso me llevó un año”.
Durante una aparición en The Marianne Williamson Podcast el año pasado, Cameron se explayó más sobre este tercer nivel que, según él, permitió que Avatar se convirtiera en la película más taquillera de todos los tiempos en todo el mundo.
“Había un nivel terciario también… era una sensación onírica de un anhelo de estar allí, de estar en ese espacio, de estar en un lugar que es seguro y donde querías estar”, dijo Cameron. “Ya sea volando, esa sensación de libertad y regocijo, o ya sea estando en el bosque donde puedes oler la tierra. Era algo sensorial que comunicaba a un nivel tan profundo. Esa era la espiritualidad de la primera película”.
Cameron reveló en la misma entrevista que estuvo a punto de despedir a los guionistas de la secuela de Avatar porque, en un principio, se empeñaron en crear nuevas historias en lugar de averiguar el ADN que hizo que la primera película batiera récords.