A pesar de batir récords en Prime Video, Los Anillos de Poder podría no ser el Juego de Tronos que Amazon esperaba tras gastar una barbaridad en ella
El viernes 2 de septiembre Amazon Prime Video estrenó su esperada serie de fantasía El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder. La serie sigue la creación de los Anillos de Poder y ve cómo el Señor Oscuro Sauron causa devastación en toda la Tierra Media. Basada en las obras del escritor de fantasía J.R.R. Tolkien, la serie está ambientada en la Segunda Edad de la Tierra Media y tiene lugar miles de años antes de los acontecimientos de El Hobbit o de las historias anteriores de El Señor de los Anillos.
La serie constituye un esfuerzo descomunal, ya que Amazon -que buscaba una producción de alta fantasía para igualar el éxito de Juego de Tronos de HBO (vía Deadline)- se comprometió a crear la ambiciosa serie durante cinco temporadas con un coste de 1.000 millones de dólares, lo que la convierte en la serie de televisión más cara jamás realizada.
Con un elenco considerable que incluye a intérpretes como Morfydd Clark, Will Fletcher, Fabian McCallum o Ismael Cruz Córdova entre muchos otros -por no mencionar las expectativas increíblemente altas de los fans de todo el mundo-, la serie ha estado recibiendo mucha atención, pero no hace falta decir que era un gran riesgo para Amazon. Afortunadamente, todo ese trabajo duro parece estar dando sus frutos. ¿O no?
El hecho es que la casualidad y los programadores de streaming han querido que dos precuelas de fantasía de gran presupuesto estén en marcha al mismo tiempo –La Casa del Dragón, de HBO, y Los Anillos del Poder, de Prime Video-, pero eso no supone tanto una rivalidad en el streaming como una fascinante comparación entre dos enfoques diferentes del juego.
Audiencia de Los Anillos de Poder
Hablando de La Casa del Dragón, actualmente tiene tres episodios en su haber, y el episodio 4 (titulado El Rey del Mar Angosto) se estrenará el próximo lunes. En cuanto a Los Anillos de Poder, sus dos primeros episodios llegaron a Prime Video con 25 millones de espectadores en todo el mundo, lo que supone un récord de audiencia en la plataforma de Jeff Bezos.
Pero la situación no resulta tan favorable para la serie basada en la obra de Tolkien cuando comparamos las cifras de visionados en Estados Unidos. Según mediciones realizadas por Samba TV, la empresa referencia en índices de audiencia en el país, 1,8 millones de hogares vieron el estreno de la serie en Prime Video durante los primeros cuatro días. Una cantidad que no está nada mal pero que palidece ante los 4,8 millones de hogares que le dieron al “play” al debut de La Casa del Dragón en HBO durante el mismo período de tiempo.
Y no solo eso, sino que la serie She-Hulk: Abogada Hulka de Marvel Studios en Disney+ tuvo una cantidad similar de espectadores en su primer episodio, que se estrenó a mediados del pasado mes. Es cierto que el público objetivo de la producción del UCM no es el mismo que el de la de Amazon, pero si una comedia judicial con una superheroína verde tiene el mismo tirón que toda la Tierra Media, puede ser una señal de que la adaptación de Tolkien no está haciendo bien las cosas para conectar con sus espectadores.
Podría decirse que las primeras temporadas de Juego de Tronos eran en cierto modo comparables a las tres primeras (y muy queridas) películas de Peter Jackson, mientras que las ridiculizadas últimas temporadas de la serie se parecían más a las controvertidas películas de El Hobbit. Cada una de las sagas tuvo un gran comienzo, pero ambas pusieron a prueba la paciencia de los espectadores.
Los fans de Tolkien ya están encontrando cosas de las que quejarse con la nueva serie, pero han tenido mucho más tiempo para superar las películas de El Hobbit. Si los monstruosos índices de audiencia vistos hasta ahora para La Casa del Dragón son una indicación, los fans de Juego de Tronos parecen estar preparados para perdonar (si no olvidar) su amarga octava temporada.